P. C./V. M.

El empresario Joan Rosselló, que se encargó de diseñar la imagen corporativa del anterior Govern presidido por Jaume Matas, declaró ante la juez instructora de la 'operación Scala', Piedad Marín, que la ex gerente del Centre per el Desenvolupament Econòmic de les Illes Balears (CDEIB) Antònia Ordinas, le dijo, en una ocasión, que las comisiones que cobraba por los trabajos que encargaba, a cuenta de las arcas de ese organismo público, no eran para ella, sino que iban al «partido». Rosselló «supuso» que se trataba del PP.

Ésta es la primera ocasión en que Rosselló, que a través de sus empresas Fires Garamí y Estudi Joan Rosselló llegó a facturar 5,5 millones de euros del CDEIB, detalla ante la juez el alcance de sus conversaciones con Ordinas.

El imputado confirmó que pagaba comisiones a la ex gerente del CDEIB, pero que no lo hacía con dinero en efectivo, sino que abonaba las cantidades acordadas a través de facturas, y siempre por transferencias bancarias. Además, confirmó que añadía entre un 10 y un 15 por ciento al importe total de las facturas de los proveedores.

Correos

También, Rosselló explicó que las facturas le llegaban de forma directa del CDEIB, a través de correos electrónicos. o a veces, era la propia Ordinas la que le hacía llegar los extractos. En ese contexto, insistió en que sólo tenía relaciones con la ex gerente del CDEIB, «nunca» con el director de Promoción Industrial Kurt Viaene. Tanto Ordinas, como su esposa, Isabel Rosselló y Viaene están en prisión tras estallar la 'operación Scala', que investiga una supuesta trama de corrupción en el CDEIB.

Joan Rosselló, asimismo, admitió que había firmado una carta de apoyo a Ordinas cuando se hizo pública la 'operación Scala', pero que hoy, conociendo todo lo que ha ocurrido, le diría: «Antonia, aléjate de mí». No obstante, negó que la ex gerente del CDEIB le pidiera que hinchara el precio real de los eventos que organizaba cuando promocionaban Balears en China. También, Rosselló dijo que había conocido a Jaime Fernández Abad, imputado en la causa, «en los calabozos», y admitió su»sorpresa» al enterarse de que la empresa Sayju, investigada en la trama, era propiedad de Antònia Ordinas. Con respecto al ex conseller de Comerç, Josep Juan cardona, afirmó que «creía» haberle visto en alguna reunión del CDEIB.