El abogado defensor de Michel Cretu, Jaume Roig, aseguró con respecto al derribo de la mansión que «no aceptará la destrucción de elementos recuperables y valiosísimos» en lo que calificó como un proceso «realmente laborioso». «El constructor tendrá que conocer muy bien qué es lo que va hacer y qué es lo que tiene que ejecutar, y esto no está en absoluto clarificado en el proyecto redactado por el Ayuntamiento», apuntó el letrado, para quien la demolición de casa «es un verdadero absurdo y una aberración» que tendrá un perjuicio y un beneficio: «El perjuicio serán las reclamaciones que de allí nacerán y, el beneficio, dejar una zona llena de piedras y rocas».

Por otra parte, el abogado aseguró que no le preocupa la imputación por un delito contra la ordenación del territorio que el GEN solicitará al juez argumentando que Cretu construyó 3.111 metros cuadrados cuando tenía una licencia para menos de mil metros, según apuntan los ecologistas. «Entendemos que el desarrollo del proyecto en su día autorizado es lo que allí hay y no me preocupa si se pretende que esto tenga un cariz penal porque la ejecución del proyecto es el que se llevó a término en base a las licencias otorgadas por la administración competente», señaló Roig, quien a título personal aseguró que «se ha hecho bandera política por tratarse de Michel Cretu». «La sociedad sabrá las consecuencias y por eso digo que si esto le hubiera ocurrido a alguien de aquí no hubiera tenido mayor importancia, ni mayor alcance, ni mayor interés», concluyó.