C. ROIG/EFE

El presidente del Consell y ex alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, aseguró ayer que no piensa dimitir y que sólo lo hará en caso de que le inculpasen o se demostrara que ha hecho algo mal. «Entonces automáticamente dimitiría pero yo no he hecho nada mal y me tengo que defender; y si luego me dicen que tengo una lata de Cola-Cao en el jardín y yo no la he puesto no sé qué haría, igual me tendría que colgar de un árbol», expresó Tarrés, que proclamó una vez más su inocencia en el caso Eivissa Centre y reiteró que no hubo comisiones. «Estoy convencido de que el proyecto fue limpio y de que todo es un montaje», añadió el presidente, que confía en todos sus ex compañeros del Ayuntamiento excepto en Roque López. Aseguró que tanto en el PSOE balear como nacional han escuchado ya sus explicaciones y que dimitiría si se lo pidiesen desde allí, aunque está seguro de que no ocurrirá.

«Que me investiguen lo que quieran, yo no tengo nada que ocultar, llevo gobernando nueve años y puedo decir con orgullo que no me he llevado nunca un duro», señaló Tarrés, al que le parece «mentira» que alguien pueda pensar que en el consejo de administración de Itusa se repartieran comisiones. «Me parecen auténticas barbaridades», añadió el presidente, que recordó que en las cintas no aparece ninguna grabación suya, además de que todavía está por determinar técnicamente si son correctas. «Aquí sólo hay una persona que ha acusado, un tal Roque López, que está expulsado del partido, que no fue en listas y que se sentía ofendido por muchísimas cosas porque quizás no se le tenía en la consideración que él quería», agregó Xico Tarrés, que en todo esto ve «mentes calenturientas» e «intereses maquiavélicos».

Además, el ex alcalde de Vila matizó que el juez le imputa porque «no tiene más remedio que hacerlo», ya que no le pueden llamar como testigo porque está acusado por Roque López. Sí que reconoció que le duele ser el primer presidente del Consell imputado. «No me gusta; desafortunadamente en esta isla son muchos los alcaldes y los ex alcaldes imputados de todos los partidos», añadió Tarrés, que indicó que esto «no es plato de gusto» y por eso pidió ayer mismo a su abogada que solicite al juez poder declarar antes del 9 de febrero porque esperar le parece «cruel» tanto para él mismo como para la institución que representa. También lamentó que la justicia sea tan lenta. «Ahora mucha gente aprovechará para decir que todos somos iguales, que todos estamos imputados, pero no es cierto, porque aquí no se ha encontrado ninguna lata de Cola-Cao ni hay cuentas en Rumanía», dijo el ex alcalde, que asegura que hay muchos «bulos» sobre él y que incluso se dice que tiene un chalet «archimillonario». «Que me digan dónde está la casa», se quejó Tarrés, que añadió que «ya está bien de tirar mierda en esta comunidad para hacer pensar que todos somos iguales».

Pese a todo, aseguró estar muy tranquilo. «No tengo ningún miedo porque no he hecho nada mal y creo que nadie hizo nada malo», añadió Tarrés, que sigue creyendo que Eivissa Centre era un buen proyecto, aunque en algún momento les llegó a «desbordar» porque era «muy grande». El presidente del Consell se refirió también a la visita hoy de la presidenta del PP, Rosa Estaràs, y le aconsejó que «esté tranquila», porque a él no le han imputado por el caso Formentera como a ella. «Que venga a Eivissa a darnos lecciones me preocupa», añadió Tarrés que considera que la situación de los políticos y las imputaciones es ya «vergonzosa». «Yo estoy sucio porque un tal Roque López me acusa, manda huevos», concluyó.

El abogado de Roque López, Andrés Tuells, remarcó que la declaración de Tarrés es «básica» porque no se puede entender el proyecto Eivissa Centre sin sus dos pilares básicos: Tarrés y Bruesa. «Los principales protagonistas son ellos dos, no se puede entender una operación así si Tarrés no sabía nada», dice el letrado. Tuells recordó que López acusaba a sus compañeros de delitos tan graves como cohecho, prevaricación y fraude y recordó que ahora ampliarán la querella contra Tarrés por falsedad documental.

La secretaria de Organización del PSIB, Rosa María Alberdi, aseguró ayer que con la declaración de Tarrés se demostrará la «mala fe» de Roque López. Recordó que no se inculpa a Tarrés de ningún delito y no hay pruebas inculpatorias, además de que «se fían» de la gente con la que trabajan, no como Rosa Estaràs que no pondría la mano en el fuego por nadie. El PP balear por su parte pidió a Antich que «se aplique su propia medicina» y exija la renuncia de Tarrés igual que lo hace con dirigentes de su partido. Alberdi sin embargo dijo que nunca ha pedido la renuncia de los imputados del PP y sí de Vicens porque se pide cárcel. Desde UM no piden su dimisión.

Roque López se mostró ayer muy satisfecho porque Tarrés «no es cualquiera». «Es el presidente del Consell y el secretario general de la Federación Socialista de Eivissa y creo que tiene que dar muchas explicaciones», añadió López, que está «convencido» de que Tarrés «no podía estar al margen». «O era tonto o lo sabía todo, y una persona así no puede dirigir ni el partido ni la isla sino se enteraba de lo que pasaba entonces», añadió López, que aseguró que poco a poco se irá viendo «que Roque tenía razón». El ex secretario de los socialistas pitiusos cree que Tarrés ni siquiera debía haber ido en listas y espera saber qué actitud tomará Antich.