T. BLASCO/L. MOYÀ/J. MESTRE

El Govern balear gobernará, a partir de ahora, como si estuviera en minoría. Al menos ese es el mensaje que trasladaron diferentes dirigentes de los partidos que lo forman, y la propia Joana Barceló (portavoz del Ejecutivo), durante una sesión plenaria donde el protagonismo se centró en la actividad de los pasillos y, sobre todo, en las idas y venidas de Bartomeu Vicens, suspendido de militancia por UM y a la espera de pasar al Grupo Mixto.

El portavoz del grupo del PSIB en el Parlament, Antoni Diéguez, aseguró que el Govern buscará acuerdos «puntuales» con el PP, si la aritmética parlamentaria le obliga a pactar con la oposición para sacar adelante leyes y propuestas en la Cámara autonómica, si bien aseguró que un pacto estable con los populares es «muy difícil». Sobre la posibilidad de rechazar el voto de Vicens para sacar adelante los proyectos del Govern, dijo que «no existe la posibilidad de rechazar el voto de ningún diputado». Joana Barceló, portavoz del Govern, insistió en este punto, «no podemos decirle a un diputado que no nos vote», mientras aseguraba que «la estabilidad política» está asegurada. Joan Flaquer, del PP, sí dejó claro que su partido no aprovechará el voto de Vicens para sacar adelante proyectos que supongan dejar en minoría al Govern.

Aunque el Govern considera que se encuentra en una situación de minoría, en el pleno celebrado ayer en el Parlament todo siguió igual que en otras semanas. Es decir, Vicens apoyó al Govern cada vez que las fuerzas de centro izquierda necesitaron su voto. El grupo parlamentario de UM deberá trasladar a la Mesa del Parlament la suspensión de militancia de Bartomeu Vicens para que se haga efectiva.

Hubo muchas declaraciones durante la jornada de ayer, de las que sobresalen la oferta de pacto que lanzó Rosa Estaràs (PP) al Govern para que Antich no se apoye en un imputado.

Los partidos «agradecieron» la oferta pero aprovecharon para exigir al PP que «no diera lecciones» y le recordaron que también en sus filas hay parlamentarios y parlamentarias imputados en causas diversas: Josep Juan Cardona, Catalina Soler o Jaume Font.

La diputada por Eivissa pel Canvi, Marián Suárez, instó ayer al Govern a «huir de la imagen de la corrupción» y se mostró satisfecha ante la decisión de la ejecutiva de UM de suspender de militancia a Vicens aunque consideró que éste «debería irse a su casa».

Por otro lado, el conseller de Hisenda confía en que Vicens vote a favor de los presupuestos, que entregará hoy en el Parlament.