G. R.

Por primera vez Formentera podría tener hasta media docena de kioscos de playa abiertos en otoño e invierno si prospera la iniciativa de los actuales concesionarios que ven con buenos ojos la posibilidad de mantener abiertos los kioscos en temporada baja.

El conseller de Turisme, Josep Mayans, señaló que la consellera de Medi Ambient, Silvia Tur, gestionará con la Demarcación de Costas la autorización para mantener abiertos diversos kioscos de playa durante el invierno. Tanto Mayans como la presidenta de la PIME de Formentera, Jane Wenham, valoraron de forma muy positiva el interés de los concesionarios de autorizaciones temporales de playas por mantener abiertos sus establecimientos por considerar la propuesta como elemento desestacionalizador, pero también señalaron que si bien es un pequeño paso adelante, otros establecimientos, hoteleros, de restauración y de ocio deberían sumarse a la iniciativa.

Apoyos

«Pensamos que es importante que las instituciones apoyen a los establecimientos que quieran mantener las puertas abiertas en invierno porque si hemos de promocionar la isla en invierno hay que hacerlo con establecimientos en funcionamiento, aunque sólo sean los fines de semana», señaló Wenham. Ésta es una de las ideas en las que Formentera quiere incidir para conseguir 'escapadas' de fin de semana de los ibicencos hacia la isla.

La consellera Tur, responsable del ámbito litoral, tenía previsto reunirse ayer mismo con los concesionarios de playas, de kioscos básicamente, para aclarar y precisar las condiciones en que se podrían abrir. Una autorización que Costas estaría dispuesta a facilitar ya que cobra un canon por todas las concesiones temporales. De momento se desconoce si habrá permiso para adecuar los kioscos a las condiciones climáticas propias de otoño e invierno.

La oferta de kioscos de playa abarcaría las principales zonas de la isla aunque ni en Illetes ni en Llevant, dentro del Parc Natural, habría establecimientos abiertos en esta época.

Inicialmente se especulaba con que tres kioscos situados en Migjorn, Tramontana y es Pujols eran los interesados, aunque ahora no se descarta que otro kiosco de Migjorn y uno de Cala Saona se sumen a la demanda de permisos e, incluso, algun más se plantee esta posibilidad.