El primer Congrés Mediterrani de Gestió del Litoral, celebrado en el Palau de Congressos de Santa Eulària, se clausuró ayer con una declaración institucional por la cual todos los ayuntamientos pitiusos asumen el compromiso de poner en marcha la redacción de un plan de gestión sostenible de playas.

Se trata de un plan que estará dirigido a integrar las mejoras que los usuarios de playas demandan, en todos los aspectos relacionados con la seguridad, limpieza y servicios pero con el máximo respeto por el medio ambiente. Así reza este documento por el cual los consistorios asumen el compromiso de que no sea sólo una declaración de buenas intenciones sino que se materialice en la realización de un plan de gestión integrada para las playas de Eivissa y Formentera, en el cuál se asumirán diversas acciones concretas: la definición de las fechas de las diferentes temporadas de baño, la ordenación de los usos para cada temporada y para cada tipo de playa, los planes de limpieza y en concreto de limpiza manual de las playas y los criterios de gestión de residuos.

Asimismo, el documento incluye también el compromiso de asumir como norma obligada el cumplimiento de las recomendaciones de buenas prácticas del Ministerio de Medio Ambiente para la retirada de los restos de posidonia oceánica, sobre la cuál los expertos apuntaron durante el congreso que no se deberían retirar con máquinas porque retienen la arena en sus costas, oxigenan las aguas y ayudan a la regeneración de las playas.

Por último, el documento también incluye el compromiso de la definición de criterios para la ubicación de las concesiones, así como su integración paisajística.

En el acto de clausura intervinieron el conseller de Medi Ambient, Albert Prats, la consellera de Medi Ambient de Formentera, Silvia Tur, y el director de Litoral y Qualitat Ambiental, Josep Lliteres. Prats apuntó con respecto a la posidonia océanica que al año el vertedero insular llega a recibir 11.000 toneladas de algas llenas de arena y agua, con el alto coste medioambiental y económico que supone. Por ello, recomendó a los Ayuntamientos que dejen que «la posidonia cumplan su función».