El pleno del Consell de Formentera aprobó por unanimidad el texto refundido de una moción política partidista presentada por el GUIF, para convertirla en institucional, referente al Deslinde de la Demarcación de Costas tras un largo debate.

Óscar Portas, líder del GUIF en el Consell defendió su moción ante la problemática de los afectados que no pueden efectuar el mantenimiento de las instalaciones con el fin de preservar la imagen de los establecimientos por culpa de las sanciones de Costas y dijo que «el GUIF entiende estos hechos como el principio del abandono y la causa directa de la dejación que sufrirán en un futuro todos los inmuebles situados en primera línea de costa que son, en definitiva, los que originan la principal fuente de ingresos del turismo que es de lo que viven los formenterenses y residentes en la isla».

En consecuencia el GUIF solicitaba un deslinde justo, como el prometido por José Luis Rodríguez Zapatero y reiterada por la vicepresidenta de la Vega y el secretario de organización del PSOE, Pepe Blanco; la anulación del actual deslinde del 97 volviendo al anterior; el mantenimiento de la servidumbre y zona de protección; trasladar los puntos anteriores al Parlament para su debate en Pleno y que una vez aprobada la moción, se trasladara al Senado para su aprobación.

Enfrentamiento

La respuesta del presidente del Consell, Jaume Ferrer, fue contundente ya que respondió a Portas que «estamos totalmente de acuerdo con el fondo de la cuestión y no tenemos ningún problema en apoyarla como lo harán todos los partidos, pero esta moción es oportunista en la forma cuando no hay que hacer política con este tema» y se remitió al texto firmado por todos los partidos políticos de la isla, incluso los que no tenían representación municipal como era el caso de GxF en ese momento, el senador por Formentera, el congresista de Formentera y el diputado autonómico de la isla así como diversas asociaciones de la isla, desde las vecinales a las empresariales, firmaron un documento conjunto que fue llevado a pleno y aprobado por unanimidad el 20 de abril de 2007.

En consecuencia Ferrer pidió al GUIF que reconsiderara los términos de su moción para que fuera institucional «de toda Formentera y no partidista». Además le recordó al líder del GUIF que en mociones similares en su fondo como una de enero de 2002, se aprobó únicamente con los votos de la COP y el GUIF se abstuvo.

La intervención de Gabriela Mayans, como presidenta de la Plataforma de Afectados por el Deslinde de Formentera, fue sumamente sensata y acertada, reconociendo que el planteamiento del presidente del Consell era el más acertado para que su reivindicación no se limitara a una cuestión partidista sino institucional; sin embargo su intervención fue absolutamente irregular ya que en primer lugar en un Pleno y mientras se discute la parte decisoria no puede haber intervención del público asistente y cuando se solicita la intervención sólo el presidente del Consell puede decidir si se acepta o no. Tras el pleno Ferrer reconocía que había sido una intervención «irregular pero no quise incidir en ello ya que me pareció más oportuno que se llegara a un acuerdo institucional» por lo que no dijo ni sí ni no y se limitó a hacer un muy ligero asentimiento de cabeza para que la secretaria no interviniera.