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anesa y su marido Emmanuel llevan dos años y medio arreglando este barco para poder emprender la aventura de viajar por todo el mundo a bordo de este velero de doce metros y medio de largo. «Cuando estábamos en Francia teníamos la idea de que con este viaje podíamos trasmitir valores de respeto por el planeta bajo el nombre, Greenpirates. Al llegar a Eivissa y entrar en contacto con Greenheart y la Casita Verde lo tuvimos claro. Se trata de una idea muy global que no le pertenece a nadie», confesó Vanesa.

«Con este viaje, que durará unos cinco años, queremos despertar conciencias ambientales por todo el mundo. Para ello entraremos en contacto con otros grupo ecologistas en sus países y realizaremos actividades con los niños», comentó. «Además, al estar en contacto con otras personas del mundo de la navegación mostraremos que se puede ser ecológico abordo», expresó Vanesa. Durante el mes que han estado en Eivissa se han dedicado a preparar todo lo necesario para el proyecto. Lo primero fue hacer algunas reparaciones, pintar el corazón verde en la proa y buscar todo los productos de limpieza, por su puesto, no contaminantes. También han estado diseñando el sistema de reciclado que ahorrará espacio y que llevarán a cabo cuando estén a bordo durante largos periodos. También han colocado en este velero de acero varias placas solares y un molino que les proporciona electricidad para el interior de la embarcación. Lo único que no han podido adaptar es el motor por falta de dinero, que funciona con combustible. «Navegaremos cuando haya viento y emplearemos el motor para atracar y maniobrar en los puertos», matizó Vanesa Fabiano que confiesa tener intención de cambiarlo en un futuro.

Si el viento les es favorable partirán hoy hacia su primer destino, Ceuta, de ahí irán a Rabat, Madeira, las Islas Canarias y luego Senegal. Una larga travesía con mensaje verde.