El diagnóstico de la situación económica que ha elaborado el Consell revela que el sector de la construcción es el pilar de la economía pitiusa más golpeado. «Los indicadores nos dicen que hay una recesión fuerte», advierte el conseller de Programació Econòmica Tomás Méndez, que asegura que cuanto más tarde en llegar el ajuste de precios en la vivienda más le costará al sector salir de la crisis. «Es el más perjudicado de todos los sectores y el ajuste se está realizando por cantidad (menos construcción y menos demanda) y no por los precios», insiste el conseller en su diagnóstico. Como ejemplo, indica que en la recesión de los 90 la crisis en el sector duró un año en el PIB y dos años y medio en el empleo.

Peor que en Balears

Además, la situación es más crítica que en el resto de islas, porque el paro de este sector es el que más aumenta de todo Balears. En cuanto a datos concretos, el diagnóstico recuerda que el número de viviendas visadas ha caído un 81 por ciento hasta el mes de agosto y un 64 por ciento en términos económicos. Si hasta el 31 de agosto de 2007 había un volumen de 227 millones de euros, hasta la misma fecha de 2008 la cifra sólo alcanzaba los 81 millones.

La construcción ha tenido tradicionalmente una gran importancia en Eivissa, ya que aporta un 9,64 por ciento al Producto Interior Bruto (PIB), un 14,90% en volumen de sueldos (es el primer sector en aportación salarial) y un 22% en puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos.

Esto provoca que la recesión en la construcción tenga una incidencia muy importante en los datos del paro. El desempleo ha superado el 30 por ciento en los meses de junio, julio y agosto y las previsiones para el invierno no son buenas porque se doblará el número de parados. «Probablemente se multiplicarán por cuatro los que había en invierno de la temporada pasada en el sector de la construcción, pudiendo llegar a unos 4.500».

Además, bajan las ventas de cemento y los contratos de trabajo y la aportación del sector al PIB puede estar cayendo entre un -0,5 y un -1, lo que «irá a más», según Méndez.

Por todos estos motivos, el Consell considera que «hay que actuar sobre la construcción» porque genera muchos puestos de trabajo y un volumen de salarios importante para las familias y para la demanda de consumo. Por eso se prevé el impulso de la obra pública, ya que cada millón de euros induce una actividad adicional de 1,6.

El aumento del paro, de los precios y del euribor de las hipotecas, además de la disminución del valor de los inmuebles han provocado un menor consumo entre las familias de Eivissa, según el diagnóstico del Consell. Ello se refleja claramente en la compra de automóviles, que ha caído en más de un 30 por ciento.

En cuanto al turismo (84% del PIB), el diagnóstico considera que ha tenido un mejor comportamiento de lo esperado, aunque «es preocupante» la caída de alemanes, británicos e italianos, principales mercados extranjeros de Eivissa. Ha habido además un cambio de tendencia en el tráfico marítimo, con una disminución del 20% en las llegadas en los primeros siete meses del año.

En cuanto al futuro inmediato, se prevé que septiembre baje un 10% y se recupere el mercado en octubre. Lo malo es que la ocupación hotelera ha bajado un 5% durante la temporada y existe una gran incertidumbre sobre el futuro de las compañías aéreas y sobre el gasto de los turistas, sobre todo los británicos por la devaluación de la libra.