El Grup Ecologista de la Natura (GEN) denunció ayer que las bombas de achique de aguas pluviales del último tramo de la autovía al aeropuerto «extraen agua del acuífero durante todo el año» lo que supone «una auténtica sangría» que provoca la entrada de agua salada y la degradación de los pozos «de forma irreversible en escalas de tiempo humanas».

Los ecologistas aseguran que en diferentes visitas, la última el pasado viernes, han constatado que los drenajes siguen arrojando agua, algo que atribuyen en buena medida a que no se han respetado las distancias mínimas a los acuíferos que establece el Ministerio de Fomento.

Igualmente el GEN denuncia que no se ha recabado la autorización de la Administración de Aguas para seguir con el bombeo y afirma: «Evidentemente, la concesionaria es perfectamente consciente del problema pero ha hecho nada para solucionarlo y la Administración tampoco ha mantenido ningún control».