Dos chicos calientan en el bloque preparado para ello antes de subir los cuatro bloques que debían completar en la prueba. Foto: LAURA L. MARÍN

Las pruebas para la clasificación balear en el campeonato de escalada se complementaron ayer con la parte más lúdica en el primer festival de este deporte. Cerca de las 11,00 horas del día de ayer, los participantes en las categorías debutantes, juveniles, damas y seniors (más de 17 años) empezaron a calentar para estar totalmente preparados. Las pruebas consistían en escalar los bloques con menos de 12 movimientos. «Los que consiguen superar los bloques pasan a la serie siguiente y quien finalmente resulta tener más destreza y fuerza acaba ganando», explicó Alejandro Pellegrino, presidente del club de escalada de Eivissa. Según Pellegrino, este deporte tiene muy buena aceptación entre el público ibicenco porque es una alternativa más que se ofrece en la isla: «Es un deporte que empieza a estar en auge, por eso queremos que la gente lo conozca y se aficione más». Con el transcurso de la mañana y de las pruebas había que reponer fuerzas y nada mejor que pasteles de higo y queso de cabra, tartas de manzana o bizcochos de chocolate, aunque sin duda la mejor manera de recuperar las fuerzas para escalar los bloques fue la paella que comieron cerca de las 14,00 horas. Ya por la tarde se presentó la guía de escalada de Eivissa y Toño Guerra, gran deportista en escalada, presentó su libro Escalada deportiva segura: «El uso del casco es muy importante en este deporte ya que en muchos accidentes hay golpes en la cabeza», afirmó. Tras las presentaciones tuvo lugar una mesa redonda en la que los asistentes pudieron resolver sus dudas. Pellegrino afirmó que entre sus próximos proyectos se encuentra crear un campeonato ibicenco de escalada. María José Real