En esta localidad también hubo degustación de productos tradicionales.

La plaza de la iglesia de Sant Josep recibió ayer un flujo continuo de visitas de turistas que no quisieron perderse la degustación de productos ibicencos tan típicos como las orelletes, el flaó o la coca de pimientos. También pudieron pintar cuadros y hacerse fotos metiendo la cabeza en unos plafones en los que había pintados un hombre y una mujer vestidos de payés. Muchos han aprovechado para dejar mensajes de recuerdo.