El grupo de turistas que participó ayer en la ruta por Sant Antoni, ante la iglesia de Sant Mateu. Fotos: LAURA L. MARÍN

uristas venidos de Argentina, Holanda, Venezuela, Francia, Italia, España, Alemania e incluso de Israel disfrutaron ayer por la mañana del recorrido cultural que organizó el Ayuntamiento de Sant Antoni con motivo del Día del Turista que se celebra hoy. En total fueron unas 80 personas las que aprovecharon esta iniciativa totalmente gratuita. «Está siendo genial la visita y nos está ayudando a conocer la autentica Eivissa», comentaron María y María José, dos visitantes de Venezuela que conocieron esta actividad cuando se dirigieron, hace un par de días, a una de las oficinas de información turística de este pueblo.

La visita comenzó en el pueblo de Sant Rafel, donde «pudieron visitar y conocer la historia de la iglesia que se quemó durante la Guerra Civil española y que se reconstruyó gracias a la ayuda de los vecinos», explicó Josep Ramón Serra, concejal de Turismo del municipio que organizaba la actividad y que ayer hizo las labores de guía. Sobre las 10,30 de la mañana los dos autocares que llevaban a los turistas llegaron a Sant Mateu donde pudieron visitar la iglesia de este pueblo. En el interior hicieron fotografías y conocieron las características de las fiestas patronales de este pequeña población. «El día del las fiestas patronales hay ball pagès, que es el baile tradicional de Eivissa y Formentera», les explicaba en varios idiomas Josep Ramón Serra, algo que valoraban mucho los visitantes. «Está muy bien organizada la visita ya que toda la información nos la dan en varios idiomas», comentó María, de Venezuela. María Manzano, de Barcelona, era la primera vez que visitaba Eivissa y expresó: «Gracias a la visita estoy conociendo estos preciosos pueblos». Tras esta breve parada, y de nuevo en los autocares, el grupo se dirigió a la bodegas de Sa Cova. Allí, donde se encuentran las cubas donde se deposita la uva, recibieron unas explicaciones sobre el fruto que utilizan para elaborar los vinos y los procesos que hacen hasta conseguir las diferentes variedades. Muchos de los visitantes se maravillaban por el fuerte olor de la uva fermentando. «It's smells wonderfull» (huele maravillosamente), comentaba una turista inglesa.

Tras recorrer todos los entresijos de la bodegas de Sa Cova el grupo de turistas disfrutó de un almuerzo de productos típicos: coca de pimientos, queso, jamón, sobrasada y, por supuesto, vino de la casa. Todo un almuerzo que les ayudó a reponer fuerzas para continuar la visita. El final del trayecto fue el pueblo de Santa Agnès y sus campos de almendros. Natalia Salazar