Las protestas de los vecinos de Can Bonet y otros barrios limítrofes por la falta de servicios e infraestructuras llegaron ayer al pleno municipal de Sant Antoni y consiguieron que el alcalde, José Sala, se comprometiera a reunirse con los afectados para conocer su situación.

A penas habían transcurrido unos 10 minutos desde el inicio de la sesión y se estaba debatiendo el primer punto del día que suscitó debate cuando una treintena de personas mostraron en el salón municipal cancartas con textos como 'Infraestructuras adecuadas en Can Bonet' o 'Basta ya de tanta pantomima'.

La exhibición de las cartulinas causó la respuesta inmediata de Sala. «Agradezco que haya gente en el pleno, pero también que no mostraran las pancartas».

José Román, uno de los vecinos y que ayer actuó de portavoz, se disculpó ante el primer edil por la interrupción «pero lo único que queremos es una fecha de terminación porque llevo cuatro años en el barrio, pago mis impuestos y no tengo ni luz, ni agua ni teléfono».

Tras un breve intercambio de palabras, Sala zanjaba la cuestión «emplazándoles a venir a hablar conmigo y con el concejal delegado, para lo que a partir de mañana (por hoy) podrán pedir cita».

Tras lograr este compromiso, los vecinos salieron del Ayuntamiento y realizaron una pequeña asamblea a las puertas en las expusieron los problemas que afectan a buena parte de los 4.000 vecinos de la zona y que se traducen en zonas sin aceras o mal asfaltado, poca o ninguna iluminación y problemas para conectarse a las redes de luz, agua y teléfono, según expusieron.

Por su parte, el concejal de Servicios Municipales, Joan Pantaleoni, no negó «que haya algunas zonas con problemas» pero defendió que cada año hay partidas para la construcción y reparación de aceras «pero no disponemos del dinero suficiente para acabarlas de golpe» y explicó que se están realizando obras para la mejora de la red de agua potable. Por último, aseguró que se ha solicitado a Telefónica en repetidas ocasiones que realice las obras precisas para permitir la conexión de nuevos abonados.

Sobrecoste en Can Coix

En la sesión de ayer también se aceptó realizar un estido por si se puede llevar al Plan Insular de Obras y Servicios (PIOS) de 2010 una mejora en las canalizaciones de agua de ses Païses.

Durante la discusión de este punto, la portavoz de la oposición, Laura Carrascosa, criticó que las obras en Can Coix deban precisar de más fondos «cuando todos creíamos que ya se habían previsto los presupuestos para estas actuaciones», algo que consideró «un engaño y una estafa». Ante esta situación, Sala pidió a la concejal que retirara sus palabras «puesto que no hay engaño ninguno dado que desde el principio el presupuesto ya recogía que, con las partidas previstas, no se podría acabar la obra.

El PP aprobó ayer, con la abstención del PSOE, una modificación de crédito por valor de unos 790.000 euros para la ejecución del plan de derribo de la casa de Michael Cretu en Santa Agnès. Esta cifra se añade a los 200.000 euros consignados anteriormente y la suma de ambas cubriría casi todo el proyecto de demolición realizado por los servicios municipales y que está casi acabado, según dijo Sala, quien espera llevarlo al próximo pleno.

Otras dos cuestiones generaron un fuerte debate. Por un lado, la aprobación de la creación de una Gerencia Municipal de Deportes (los progresistas no están de acuerdo en que se trate de un cargo de confianza) y por otro, las actividades de promoción del 'punto verde' de recogida de residuos (en la que ambas partes no querían dejar de mostrar su ecologismo). Dicha punto será cedido al Consell, al igual que unos terrenos de Montecristo para ubicar otra planta de recogida.