Las instalaciones de Can Bonet dan servicio a la zona mientras se construye el colegio.

CONCHA ALCÀNTARA

Dos centros, dos realidades y un mismo municipio. Mientras en una de las aulas prefabricadas de Can Bonet hay sólo seis niños, en el colegio Vara de Rey, ambos de Sant Antoni, más de una clase llegaba a los 28.

El curso escolar 2008-2009 comenzó ayer en el municipio de Sant Antoni con carencia de infraestructuras educativas. Por un lado, centros obsoletos; por otro, aulas provisionales totalmente acondicionadas para hacer frente a la elevada demanda de escolarización. «Estas aulas están mejor que otras escuelas», aseguraba Raquel Muñoz, la directora del nuevo centro de Sant Antoni en Can Bonet en el que se ha levantado las aulas prefabricadas de un colegio que no se ha empezado a construir, una solución temporal a la falta de centros.

Con obreros en el patio ultimando los trabajos y hasta última hora sin luz y agua -no fue hasta el pasado viernes por la tarde cuando finalmente la consiguieron-, el colegio se preparaba a primera hora para recibir a los protagonistas de la jornada: 36 niños de infantil distribuidos así: seis de 5 años, 16 de cuatro y catorce de tres, con una plantilla de cinco profesores. «Estamos muy contentos, hay pocas clases y pocos alumnos, que para empezar está muy bien», prosigue Muñoz, que no oculta su ilusión por este 'minicolegio'.

Con comedor

Desde el 1 de septiembre Muñoz está al frente, trabajando desde la delegación de Educació, ya que las aulas no estaban acabadas. «Se han dado mucha prisa», subraya. Las instalaciones provisionales están totalmente acondicionadas, con aire acondicionado y calefacción, para que los niños estén cómodos y seguros durante el curso escolar. Incluso hay previsto un comedor que empezará a funcionar en octubre. El centro dispone de un proyecto en el que trabajarán juntos profesores y alumnos con el apoyo de los padres en el que serán los niños los que marquen la actividad del curso a través del aprendizaje significativo. Por ejemplo, la música clásica sustituirá al timbre para avisar de la hora de entrada y salida de las aulas. También sonarán Grieg, Schubert, Telemann o Chopin en la hora del recreo. La zona de patio es muy amplia, aunque aún tendrán que acondicionarla. No obstante, la directora hizo hincapié en la ayuda de la asociación de vecinos, ya que cuentan con terreno, pistas deportivas y juegos infantiles que podrán compartir. También les falta el material para la sala de psicomotricidad y adecuar la de inglés.

A escasos metros de las aulas prefabricadas de Can Bonet, con un poste de luz que les separa, protegido con una red para evitar que se acerquen los niños, los obreros trabajan para instalar las aulas de primaria, de primero a sexto, que acogerán provisionalmente a los alumnos de primaria del colegio Vara de Rey de Sant Antoni a la vuelta de sus vacaciones de Navidad mientras dure la reforma del colegio, que arrastra una serie de deficiencias en su estructura desde hace años. Los niños de infantil se reubicarán en las aulas que se están construyendo junto al colegio Cervantes.

Desconchados

En Vara de Rey, la humedad hace estragos en algunas de las aulas, en las que se cae la pintura y son visibles los desconchados, como es el caso de la aula de apoyo de atención a la diversidad. «Ellos no se dan cuenta porque están acostumbrados», comenta uno de los trabajadores en alusión a los niños, los protagonistas de esta jornada. El centro tampoco dispone de gimnasio. Todas estas deficiencias se subsanarán con el proyecto de reforma pero mientras tanto se cae a trozos. Un arcón de madera oculta unos desperfectos. «No sabemos cómo lavarle la cara», subrayan.

Vara de Rey es un colegio con una elevada escolarización, por lo que se ha llegado incluso a desdoblar niveles como el de cuarto, en el que hay dos grupos. En otros niveles se llega hasta clases con 28 alumnos, como en segundo y sexto nivel, cuando lo máximo aconsejable es de 25. No todo son carencias en el centro de Sant Antoni: el curso escolar ha empezado con la plantilla completa y recuerdan que dispone de aire acondicionado y calefacción, así como ordenadores con Internet en las aulas para que los escolares puedan completar su formación.

El porcentaje de alumnos extranjeros escolarizados este curso 2008-2009 en algunas clases del colegio Vara de Rey supera el 50 por ciento, como el caso de grupos de infantil de tres años con 25 alumnos de los que 16 son marroquíes. La ubicación del colegio, en el núcleo urbano, con lo que no es neceario el transporte escolar es una de las razones de peso por la que muchos padres optan por escolarizar a los niños en el colegio de Sant AntoniLa directora del colegio, Josefa Gil, advierte de que esta situación «genera dificultades» en la atención a la diversidad ya que hay que dedicar más recursos para estos niños puesto que muchos de ellos no tienen conocimiento ni del catalán ni del castellano.