La Autoritat Portuària de Balears (APB) decidió ayer poner negro sobre blanco el coste que prevé que tengan las obras de ampliación y acondicionamiento del Puerto de Vila, unos trabajos que, de momento, cuenta con una inversión prevista hasta 2012 de 116 millones de euros.

El organismo dependiente de Puertos del Estado emitió ayer un comunicado en el que especificó que su Plan de Empresa, una programación de gastos e inversiones para ajustar los presupuestos y formular reservas de fondos, incluye una inversión estimada de 115'7 millones de euros en las obras previstas en el puerto de Eivissa. El documento incluye el desglose de algunas de las actividades concretas que figuran dentro del plan de renovación y actualización de la dársena ibicenca.

Entre estos proyectos se incluye la polémica construcción de una explanada de 85.000 metros cuadrados y la realización de dos nuevos pantalanes. Esta actuación concreta sumará más de la mitad del presupuesto total, 70 millones de euros, y debería estar acabada en un plazo de dos años desde el inicio de las intervenciones, apuna la APB.

La realización de esta plataforma será el paso previo para crear en la zona de es Botafoc una estación marítima destinada a gestionar todo el tráfico de pasajeros de las líneas regulares que operan en Vila. El edificio supondrá una inversión estimada de 10'8 millones, a los que habrá que sumar elementos con los que «se logrará que los pasajeros embarquen y desembarquen con total seguridad directamente a los buques, sin necesidad de transitar por los muelles». Dichos elementos serán pasarelas fijas y móviles (también conocidas como fingers, 'dedos' en inglés) presupuestados en 19 millones de euros. Todas esta actuaciones no estarán finalizadas antes de 2012, reconoce la APB.

El Plan de Empresa incluye también una inversión cercana a los 16 millones de euros para la mejora de los muelles colindantes al barrio de la Marina. Otra actuación que está contemplada «es la construcción de una nueva estación marítima en el contramuelle para el tráfico de pasajeros con la isla de Formentera», apuntaron desde la entidad.

Más dinero, más actividad

El comunicado de la Autoritat Portuària llegó el día después de que el Grup d'Estudis de la Natura (GEN) emitiera un comunicado en el que denunciaba que el coste anunciado de cerca de 100 millones de euros suponía un incremento del 450 por ciento respecto al presupuesto inicialmente recogido en el Plan de Usos del puerto, datado en 2006.

Fuentes de la Autoritat Portuària ya aseguraron este jueves que el Plan de Usos no estaba aprobado y que, por lo tanto, no podían considerarse como oficiales esas previsiones. Además, señalaron que lo importante era contar con las provisiones de fondos e inversiones recogidas en su Plan de Empresa.

Por último, desde la APB defendieron que «no existe ningún problema puesto que una inversión mayor lo único que significa es más dinero para incentivar la actividad económica y la construcción, como se está reclamando últimamente».

En su nota, la APB defiende también que la propuesta inicial de remodelación del puerto ha sufrido diversas modificaciones a lo largo del tiempo para incluir «importantes mejoras de tipo estructural».

Según la Autoritat Portuària, el estudio de alternativas se inició en 2003 y en 2004 se elaboró el Plan Director, hasta que finalmente en 2006 se alcanzó el Plan de Usos. Durante este tiempo se han realizado los cambios, entre los que destacan la incorporación de «pilotes en los pantalanes para reducir el impacto ambiental en la zona».

Los responsables de los puertos de titularidad pública en Balears reiteran en la nota hecha pública ayer que «la APB ha planificado una superficie adecuada al tráfico de pasajeros de línea regular y mercancía general rodada, alejada del centro urbano y con suficientes garantías de seguridad».

Una quincena de responsables de ventas y de marketing de las nueve compañías cruceristas más importantes visitarán las Pitiüses entre el viernes y el domingo de la semana próxima, informaron ayer representantes del Consell d'Eivissa, la Cambra de Comerç, Fomento del Turismo y Ayuntamiento de Vila, impulsores junto a la APB de esta propuesta. El viaje de familiarización incluirá excursiones y visitas a establecimientos turísticos y hosteleros de Vila, Sant Antoni, Sant Joan y Formentera.

Todas las instituciones coincidieron ayer en resaltar la importancia de un mercado «en expansión, tanto que todas las compañías cruceristas están construyendo más barcos», explicó el edil Vicent Ferrer. «No sólo es que haya más flota, es que los buques son mayores», añadió la consellera Pepa Marí. El tamaño es uno de los problemas que han llevado a la reducción de escalas, al que habría que sumar los altos costes de uso del puerto y «el marketing diferenciado de la APB». «Tiene una gran central de cruceros en Palma y están interesados de que los barcos atraquen primero allí que no aquí», aseguró Ferrer.