La comunidad de vecinos de Balafi de Baix, Sant Llorenç, denunció ayer una serie de vertidos que emanan en los alrededores de las tomas de agua de la red de riego en desuso, que fue instalada en distintas fincas de la zona, en 1999, para la comunidad de regantes.

Según explicaron los afectados, los vertidos están a pocos metros de dos pozos de agua que sirven para abastecer a la zona y para la comercialización de agua potable embotellada, por lo que temen que este vertido contamine los acuíferos.

La comunidad señala a la depuradora de Santa Eulària como posible causa de estos vertidos, ya que, según explicaron los vecinos, por estas tomas debe pasar el agua depurada procedente de la Balsa de sa rota (Santa Eulària), que en su momento tenía previsto abastecer a la comunidad de regantes de Sant Llorenç. Sin embargo, si bien se instaló la infraestructura durante el gobierno del Pacte Progressista, la comunidad de regantes nunca llegó a utilizar el agua debido a un problema de salinidad: los análisis daban en aquel momento un resultado tres gramos de sal por litro de agua, lo que hizo imposible que pudiera ser utilizada para el riego.

Se trata de una red que se instaló hace unos diez años como una ampliación de la infraestructura de riego de Santa Eulària para la reutilización de las aguas. Fue una obra ejecutada por el Ministerio de Agricultura, cuya infraestructura debió cederse en titularidad a la comunidad de regantes, pero cuyo traspaso, según explicaron los socios de esta comunidad, fue rechazado por la gran cantidad de sal en el agua.

Por su parte, el alcalde Antoni Marí Marí Carraca aseguró que el Ayuntamiento de Sant Joan pondrá este problema en conocimiento de la conselleria insular de Agricultura «para conocer quiénes son los encargados del mantenimiento de esta red». Carraca quiso dejar claro que esta no es una red municipal, pero que «para salvaguardar los intereses de los vecinos» se pondrá en contacto con las autoridades competentes para encontrar una solución. Asimismo, el alcalde señaló que el concejal de Agricultura, Juan Escandell, se acercó a la zona ante la preocupación vecinal y constató que no se trata de un vertido de aguas fecales sino de agua de riego.

Sin embargo, los vecinos destacaron que antes de que apareciera el vertido el agua salía limpia.

L. A.

El PP de Vila presentó ayer un análisis químico realizado a partir del vertido de la playa de ses Figueretes que el pasado 21 de agosto fue denunciado por el grupo municipal. Según el concejal Adrián Trejo, los resultados del análisis «demuestran» que estas aguas están formadas «por heces». «La presencia de bacterias como los Coliformes fecales y la Escherichia Coli en más de 10.000 unidades es una brutalidad», acusó el concejal de la oposición que destacó que él mismo y el concejal Alejandro Marí tomaron la muestra del vertido el 27 de agosto y que, «a día de hoy (ayer) el vertido sigue allí». Asimismo, Trejo criticó que Vila utilizara la página web del Ayuntamiento para justificar que el vertido procedía «las duchas y las piscinas de un establecimiento cercano», algo que para el edil, «es un uso partidista». Por ello, pidió «la resolución inmediata de este vertido porque es un riesgo para nuestros ciudadanos y visitantes», así como la rectificación pública, «con el mismo tratamiento en la página web». También pidió informes a la concejalía de Medio Ambiente para conocer de dónde «provienen las heces que se están virtiendo» y a la concejalía de Salud Pública «porque no puede obviar sus responsabiliades».

Por su parte, el Ayuntamiento contrarrestó el análisis del PP con un informe técnico de la empresa Aqualia que destaca que este vertido «en ningún momento es de aguas fecales ni proviene de la red de alcantarillado» sino que es «de agua limpia» procedente de «pluviales de unos apartamentos de la zona; de la piscina, la terraza y las duchas instaladas en el recinto».