De un contrato indefinido a una baja voluntaria. Este es el panorama que se encuentran muchos inmigrantes en estas fechas cuando se reincorporan a su trabajo. «La crisis está afectando mucho a los trabajadores inmigrantes y esta situación puede convertirse en un problema social», advierte Jamal Akkad, del departamento de Inmigración de USO, que precisa que la recesión «afecta a todos sin excepción de su procedencia».

Desde que ha comenzado este mes, a la oficina de USO han acudido muchos trabajadores extranjeros, sólo el miércoles pasaron más de una ocho marroquíes y tres ecuatorianos, que piden asesoramiento sobre sus derechos laborales. La mayoría de ellos cuentan con contratos fijos e indefinidos, «sobre todo marroquíes» a los que, tras la vuelta de vacaciones, «han ido a su empresa, les han dicho que no hay trabajo y que firmen su baja laboral». Akkad advierte de que «se aprovechan algunos empresarios engañando a los inmigrantes porque no entienden el idioma y no saben qué hacer». «Hay desaprensivos que lo único que hacen es aprovecharse la debilidad de esta gente», añade.

El responsable de USO lamenta que se utilicen este tipo de prácticas «engañándoles porque no hay trabajo y les piden que firmen su baja voluntaria para desvincularse de la empresa y cuando hay trabajo ya les llamará». Akkad teme que con estas prácticas «fomenten la economía sumergida ya que muchos están acostumbrados a quedarse sin contrato y lo que quieren es ganar dinero».

Desde USO hacen un llamamiento a los empresarios «para que tengan un poco piedad» y recuerdan que «la crisis la han generado algunos de ellos con la burbuja inmobiliaria».

Esta situación ha generado una preocupación entre USO ya que pueden aflorar prácticas laborales ilegales como la economía sumergida. «Desde USO vamos a intentar que no avance esta explotación laboral», aseguran. Además, Akkad afirma que llegan incluso a «amenazarles y chantajearles con su situación ilegal amenazándoles con la expulsión pero estos deben saber que es un farol del empresario porque no tienen capacidad legal de expulsar a nadie».

USO no sólo ha detectado esta situación sino que también otros colectivos de inmigrantes se están encontrando con muchas dificultades para acceder a un trabajo por la crisis económica que afecta a todos los sectores y se está extendiendo, ya casi como la burbuja inmobiliaria.

La crisis económica está engordando las listas del paro en todo el país y las Pitiüses no son ninguna excepción. Los últimos datos facilitados anteayer por el Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB) revelaban que el paro creció en 337 personas en agosto frente al mes de julio anterior y se registraron 3.368 contratos, justo la mitad que un mes antes y casi 1.000 menos que en agosto del año pasado, el mes más fuerte de la economía de las Pitiüses.

La consellera de Treball del Govern, Margarita Nàjera, declaraba tras dar a conocer los datos del aumento del paro que «saltan todas las alarmas» por la subida interanual del paro de un 40,9 por ciento en Balears, fundamente esta subida del desempleo se ha producido en el sector de la construcción, uno de los más afectados por la crisis económica que afecta a todo el país y que se está agravando en estos últimos meses.