El Consell quiere acabar con el caos de vehículos del parque de ses Salines el verano que viene.

El Consell está en fase de contratación del anteproyecto de mejora de la carretera de ses Salines, un primer borrador que costará 59.700 euros y que determinará si se pueden instalar carriles bici, la colocación de pasos de fauna de un lado a otro de la vía y el soterramiento de tendidos eléctricos. La máxima institución insular ha calculado que las obras de esta vía costarán alrededor de seis millones de euros y así lo incluirán en el convenio de carreteras que todavía está pendiente de firmar con el Ministerio de Fomento.

«Lo que buscamos es una mejora estética de la carretera y también aprovecharíamos para ordenar la llegada de los visitantes con un aparcamiento a la entrada del parque», explicó el conseller de Mobilitat, Albert Prats, que indicó que esta última infraestructura también se incluirá en el convenio. En este espacio estacionarán los coches que no puedan llegar hasta las playas cuando los aparcamientos estén llenos. «Desde ahí tendremos que habilitar o bien lanzaderas o un trenecito, pero eso es algo que se estudiará en el proyecto», avanzó Prats, que todavía no sabe a qué altura podría estar este estacionamiento, porque lo ideal sería que estuviera lejos de las zonas medioambientales más valiosas y además se podría plantear el derribo de alguna infraestructura abandonada, con lo que se podría ganar espacio.

Una vez se adjudique este anteproyecto se iniciará un trabajo intenso de «consenso» y conversaciones con el Govern, los ayuntamientos y las organizaciones ecologistas para dibujar «un primer esbozo». También se tendrán en cuenta los resultados de un grupo de encuestadores que durante el mes de agosto observaron cuáles eran las zonas de mayor presión y de más coches, como son la playa de ses Salines y de es Cavallet.

En cuanto a los carriles bici, Prats confiesa que le gustaría que pudieran ir separados de la carretera, pero siempre que esto no supusiera un «mal mayor» al entorno. Por eso se está planteando la idea de hacer pasarelas de madera por donde podrían pasar estos vehículos, aunque es algo que deberán delimitar los técnicos y que se estudiará si es conveniente. «Todavía no tenemos claro si nos gustará, hay que ver qué alternativas existen».

La redacción del anteproyecto durará cuatro meses, por lo que a principios de 2009 podría estar listo. Con estos plazos, es altamente improbable que las obras puedan estar listas para el próximo verano. Pese a ello, el conseller garantizó que el año que viene se comenzará a restringir el tránsito en ses Salines, aunque sea de forma «provisional» para evitar que todos los vehículso puedan acceder hasta las mismas playas.

La Conselleria de Medi Ambient hizo pública esta semana las cifras de afluencia al parque natural de ses Salines, que alcanzó el millón y medio de personas en 2007. Prats considera que es evidente que hay una presión humana que afecta a las dunas, a la tranquilidad de la fauna y por ello hay que intentar «reducir» o «regular» la afluencia. Es por ello que el proyecto de la carretera no busca incrementar su anchura, sino «una mejora estética del entorno» y del parque natural.

Por otro lado, desde la Conselleria balear de Medi Ambient no se plantean por el momento intentar reducir el número de visitantes del parque porque se trata de una «zona costera muy atractiva». Si los daños sobre este espacio fueran mayores sí que se podría plantear en un futuro.

El Consell también está en fase de contratación del anteproyecto del primer cinturón de ronda por 59.000 euros. La intención de la máxima institución insular es convertir esta ronda en una vía urbana y que, si es posible, incluya también viales bici. En cuatro meses ya se dispondrá del borrador, lo que dará paso al proyecto definitivo, que se financiará asimismo con el convenio de carreteras. Una vez remodelada, esta vía se traspasará al Ayuntamiento de Eivissa.

El convenio de carreteras, que lleva más de un año pendiente de firmarse con el Ministerio de Fomento, podría ver la luz próximamente. «Estamos trabajando en ello y de aquí a poco tiempo podremos decir la fecha y tendremos el borrador aprobado», explicó Prats, que restó importancia al retraso que lleva esta rúbrica, porque lo importante es que ya se están encargando los proyectos y que en el Consell no están «parados». Asimismo recordó que ya están prácticamente redactados los proyectos de las vías de Sant Miquel y de Sant Joan, dos carreteras en las que también se incluirán viales ciclistas separados del tronco principal.

La máxima institución insular ya trabaja también en el arreglo del primer tramo de la vía de Santa Eulària y el puente de Jesús.