Obras del pasado mes de junio en Cala de Bou que forman parte del plan de excelencia. Foto: GERMÁN G. LAMA

El presidente del Govern, Francesc Antich, quiere ultimar a la mayor brevedad, antes de final de año, la creación de una comisión técnica interbalear con el fin de agilizar al máximo la concesión de licencias de obras para no perder ayudas estatales y financieras en aquellos proyectos que se puedan acogerse al plan de renovación de infraestructuras turísticas del Gobierno central.

«No podemos permitirnos el perder subvenciones por cuestiones administrativas en la concesión de licencias urbanísticas o turísticas. Para ello, vamos a crear un organismo o comisión técnica interbalear, en el que participarán Govern, consells insulars y ayuntamientos, con fin de analizar los proyectos que se puedan acoger a este plan renove y tomar una decisión en firme y así, de este modo, evitar las trabas administrativas que hay actualmente, en cuanto a tiempo, para poder obtener las licencias previas de construcción», afirmaba Francesc Antich en el hotel Sol Guadalupe este miércoles, tras la visita a las obras de renovación realizadas en el mismo por la cadena Sol Meliá.

Antich, ante la presencia del copresidente de Sol Meliá, Gabriel Escarrer Jaume, mostró su preocupación de que Balears, ante el inmimente proceso de aplicación del plan renove que va a aplicar en los próximos años el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, a través de la Secretaría de Estado de Turismo, que contempla inversiones estatales anuales de 500 millones de euros, «pueda quedarse al margen por estos trámites administrativos. Es lo que queremos evitar e incentivar, con ello, a que los empresarios puedan presentar proyectos y tener resueltas las licencias a la mayor brevedad».

Consenso institucional

Para lograr este objetivo, el president Antich añadió que es vital contar con el apoyo de consells insulars y ayuntamientos, «porque son los que tienen las competencias urbanísticas y los que pueden adoptar una decisión de estas características. Estamos en un momento clave y la industria turística balear se tiene que beneficiar de todo tipo de ayudas que mejoren su competitividad con la modernización de sus infraestructuras, servicios y potenciación de todos los ratios de calidad».

La modalidad que se elija, vía una ley especial, tendrá un efecto dinamizador del sector de la construcción. La Conselleria de Turisme será, según Antich, la que coordine esta comisión técnica entre administraciones.

Esta iniciativa, calificada de interés general para el Govern, «supondrá captar inversiones, las cuales tendrán un efecto rebote en el sector de la construcción, ya que la consolidación de este proyectos de mejora supondrá un alza de su actividad, pero con el añadido de que se mejorará el producto turístico y no se consumirá territorio», explica el conseller de Turisme, Francesc Buils.

En la actualidad en Eivissa hay dos planes de excelencia en marcha, el de Vila y Cala de Bou y se espera que se apruebe la reconversión de Platja den Bossa.

Desde que un proyecto entra en el entramado administrativo hasta que logra obtener todos los permisos y licencias, suelen pasar meses y hasta años. Este retraso retrae al capital inversor y propicia que muchos proyectos queden al margen de cualquier subvencio. La existencia de la burocracia está marcada por el hecho de que un proyecto necesita el visto bueno de varias administraciones. Con esta iniciativa del Govern se aceleraría todo este proceso.