La mayoría de las bodegas de las Islas se encuentran en plena vendimia

La mayoría de los viticultores integrados en las indicaciones geográficas protegidas 'Vi de la Terra d'Eivissa' y 'Vi de la Terra de Formentera' están inmersos desde mediados de agosto en la vendimia de las variedades más tempranas. Las previsiones son que la producción de las vides alcance cantidades similares a las de 2007. En cuanto a la calidad de los caldos, los productores auguran que esta será una añada de calidad después de que el frío y la lluvia de las semanas anteriores al inicio del invierno pusiera en peligro las cepas.

Sa Cova

En esta bodega de Sant Mateu se empezó la vendimia la semana pasada y se alargará previsiblemente hasta mediados de septiembre «después de un año muy difícil», explica su propietario, Juan Bonet. «En mayo y junio llovió mucho, por lo que tuvimos que extremar mucho los cuidados en las vides y se perdió mucha hoja», añade.

Los mimos surtieron efecto aunque no se ha podido impedir «que la producción sea algo inferior a la del año pasado, con lo que rondaremos las 30 toneladas de uva», apunta. En cuanto a la calidad de los vinos, espera que éste sea una buena añada y que se mantenga el nivel general de la producción.

Ca'n Rich y Ca'n Maymó

Antonio Costa, propietario de Ca'n Maymó y uno de los socios de la bodega de Ca'n Rich, explica que iniciaron la recolección de las primeras variedades el 6 de agosto y ahora vendimian los tipos chardonnay y merlot, esperando finalizar la recogida a mediados de septiembre. Costa coincide con Bonet en la delicada situación que se vivió con el «pequeño invierno» mediado el año.

«Como somos agricultores ecológicos no pudimos dar tratamientos químicos, sólo preventivos, para evitar el mildiu y otros hongos fruto de la humedad. Si normalmente se dan cinco pasadas preventivas, este año habremos dado entre 12 y 15», asegura. Se han tenido que retirar de la cepa parte de los primeros racimos para evitar la superproducción y para que el grano condense el sabor y las propiedades necesarias para una buena calidad.

«La producción será similar a la del año pasado, con unas 120 toneladas de uva en Ca'n Rich y unas 30 en Ca'n Maymó. En cuanto a calidad, creo que será buena, aunque mejorable», apunta. Sus previsiones pasan por obtener entre 90.000 y 100.000 litros en la bodega principal y unos 25.000 en la menor.

Cap de Barbaria

Los controles de azúcar y acidez de este seller de Formentera indican que la recolección de las primeras merlot llegará en siete o diez días, según el administrador, José Font, que explica que se seguirá con las monastrell y las fogoneu para acabar con la cabernet sauvignon ya en octubre.

Font reitera que la lluvia obligó a extremar los cuidados, además de sacar racimos, «lo que no preocupa con pequeñas producciones de nivel». La cantidad prevista es de unas 6.000 botellas, «si no es que nos llevamos alguna sorpresa desagradable, aunque el tiempo está siendo benigno, con noches frescas que ayudan a la maduración».

Las Pitiüses han llamado la atención de algunos inversores interesados en la cultura del vino. Esto es lo que ha pasado con Laurent Fresard y su socio. Ambos, a través de Totem Wines, han adquirido la bodega Vins de Tanys Mediterranis, que se incorpora a las que ya poseen en Italia y Francia.

«Durante cinco años hemos buscado un sitio donde poder hacer un gran vino. Pensamos que Eivissa tiene lo necesario para lograr nuestro objetivo», asegura Fresard.

El año pasado tuvieron su primera producción. El vino tinto sigue madurando en las barricas mientras que la producción de rosado, unas 12.000 botellas, se presentaba este verano bajo la marca 'Ibizkus'.

La semana pasada iniciaron la cosecha, que prevén acabar sobre el día 15 de septiembre, con una producción estimada de algo más de 30 toneladas que supondrán unas 30.000 botellas. «Parece que este año va ser muy bueno porque hubo mucha agua en los primeros meses y a partir del 15 de junio no ha llovido, por lo que la uva está muy sana», explica.

Hace años llevar en la etiqueta 'Eivissa' o 'Formentera' era un handicap «e incluso había restaurantes que no querían estos vinos en su carta», asegura Costa. El motivo, apunta Bonet, era que «sólo se tenía como referencia el vi pagès». Font coincide en que la imagen de «vinos recios y fuertes» perjudicaba mucho, «además de que la gente pensaba que no hay terreno para cultivar, que sólo hacían vino en Mallorca».

Los perjuicios están superados y el origen pitiuso «es una ventaja al referir a vinos de calidad, de autor, exclusivos», añade Font. El cambio, tras años de trabajo en los mercados local, nacional y exterior, va unido «a una mayor cultura del vino» asegura Bonet.

Sólo Totem Wines no ofrece visitas a la bodega, «pero queremos hacerlo y no sólo en verano», apunta Fresard. En Sa Cova o Ca'n Rich además del 'turismo del vino' de particulares («de nivel medio-alto, especialmente alemanes, que tienen coche y que conocen la cultura del vino», según Costa) también reciben autobuses fletados por agencias.