os Paladines Custom Club de Ibiza y todos los amantes de las legendarias motos Harley Davidson celebran durante este fin de semana en sa Pedrera (Sant Antoni) su decimoprimera reunión.

En esta ocasión más de 300 motocicletas llegadas de toda Europa y también de toda la Península se concentran estos días en Eivissa para celebrar. El característico rugir de los motores advierte a cualquiera que las Harleys son parte de la vida de estos moteros. «Para nosotros es como nuestra primera mujer y nuestras esposas ya están acostumbradas», aseguró Vicente Portas, presidente del club entre risas. Para el ojo inexperto, todas las motos pueden parecer iguales pero lo cierto es que muchos se esfuerzan en personalizar sus motocicletas. Tanto es así que una de las actividades que resulta más llamativa para los curiosos es la exposición de motos customizadas. «Lo que más valora el jurado a la hora de elegir un ganador es la originalidad, que estén limpias bien cuidadas y que no sean iguales que las demás», confesó Portas.

Por la tarde los más habilidosos pudieron participar en una serie de juegos en los que podían medir su equilibrio encima de la moto y a la hora de manejarla. Desde pasar por encima de unos tablones sin caerse y una carrera de lentos, a encajar anillas en unos palos, haciendo uso de lanzas, tal y como hacían a caballo los caballeros medievales.

En esta reunión participa gente de todas las edades. En la pasada edición, el motero más joven tenía tres años y acudió a la concentración acompañado por sus padres. Por otro lado, más veterano tenía 67 años. También se concentra en Eivissa gente que llega desde puntos muy lejanos. Según la organización, la moto que ha venido desde más lejos lo ha hecho desde Galicia, «este año ha venido menos gente que el año pasado, porque muchos han decidido visitar la Expo de Zaragoza». La fiesta continuó hasta altas demostrándose así que los moteros de la isla están en plena forma. Este encuentro motero se despide hoy hasta el año que viene con el gran castillo de fuegos artificiales de Sant Bartomeu.

Laura Tur