G.ROMANI

La planta desaladora de Ca Marí, que capta agua del mar para convertirla en potable, ha reducido notablemente su nivel de producción en los meses de junio y julio de este año, con respecto al mismo período del año anterior, con un descenso global del 17,27% que sería del 21,53% en la comparativa de junio y del 13,69% en la de julio.

Durante este período y según los datos facilitados por la conselleria de Medi Ambiernt de Formentera, se ha pasado de producir 72.204m3 de agua potable en junio de 2007 a tan sólo 56.687m3 en junio pasado, un 21,53% que no se corresponde con el descenso de los turistas que visitaron la isla en ese período lo cual hace pensar a los políticos y técnicos que la concienciación ciudadana poco a poco está surtiendo efecto con una disminución del consumo muy superior al de los turistas. Y en el caso de mes de julio donde se ha constatado un descenso de visitantes inferior al 6% en 2008 respecto a 2007, la bajada en la producción de agua ha sido del 13,69% al pasar de 85.240m3 a 73.728m3. De esta manera en junio y julio de 2008 se han producido un total de 130.415m3 de agua frente a los 157.624m3 del mismo período de 2007; la diferencia es de 27.209m3 que si se reparten en los 61 días de junio y julio, muestra que como promedio se han desalado diariamente 446,05m3 de agua del mar menos para el consumo de la población.

La tendencia se rompe

Las cifras que el Abaqua, Agència Balear de l'Aigua, facilitaba al Consell de Formentera hace un año, mostraban que la producción, que va indudablemente ligada al consumo, había experimentado un crecimiento muy importante en el mes de julio ya que se habían pasado de 69.875m3 en julio de 2005 a 85.420m3 en el mismo mes de ese año, tras haber llegado en julio de 2006 a 75.552m3, lo que en su momento suponía un incremento del 38% en dos años, pero que ahora se ha corregido de manera drástica volviendo a cifras de producción inferiores a hace dos años con los 73.728m3 de agua desalada generada en Ca Marí en julio de este año.

La planta desalinizadora de Formentera pasó por unos difíciles momentos en los veranos de 1999 y 2000, que provocó el racionamiento del suministro y se impidió en algunos días que los camiones cuba cargaran agua; este servicio es básico e imprescindible para Formentera ya que dichos camiones son los que abastecen de agua potable a gran parte de la población ya que está diseminada y utilizan cisternas para su almacenamiento. Por ello desde el Govern balear y el Ministerio de Medio Ambient se actuó en un ampliación que duplicaba la capacidad de trabajo de la planta, ya que existiendo dos líneas de desalinización, de 1.000m3, se ampliaron con otra de 2.000m3 por lo que a total potencia en la actualidad la potabilizadora de la isla, aparte de dos o tres privadas y para autoabastecimiento de los establecimientos, puede suministrar a pleno rendimiento alrededor de 120.000m3 cúbicos mensuales.