VANESSA DÍAZ

Es Canar, en Santa Eulària, es otro de los lugares turísticos de la isla que no se libra de la mala situación que muchos comerciantes denuncian estar atravesando esta temporada. Pese a ello, la mayoría de empresarios de la zona restan importancia a dicha coyuntura, pues afirman que la disminución que están registrando en sus ventas va acorde a la tendencia general que se da en el resto de España a causa del mal momento que vive la economía.

Una gran parte de los encuestados opina que no es la primera vez que se ven afectados por los malos resultados sino que, año tras año, los problemas van en aumento. Wendy Stallwood, que posee un negocio en plena playa, afirma que lleva 37 años desempeñando su trabajo y que este está siendo el peor de todos «Viene menos gente a contratar nuestros servicios y nuestros clientes habituales, en lugar de hacerlo tres veces, lo hacen una». Por su parte, Andrea Ravesi, encargada de un souvenir, tiene claro que el 'todo incluido' es el causante de que los turistas no salgan del hotel y, a consecuencia de ello, sea mucho más complicado vender sus artículos.

Resulta evidente el hecho de que los miércoles, día en el que tiene lugar el mercadillo hippie, el volumen de ventas de todos y cada uno de los comercios aumenta notablemente, sin embargo, Ravesi, que posee un puesto en dicho mercadillo también ha visto como son menos los que lo visitan y que los que lo hacen poseen un poder adquisitivo muy inferior al de años anteriores.

El cambio libra-euro ha contribuido en gran medida a fomentar este último punto debido a que afecta de lleno a la economía familiar de los turistas británicos, tipo de turismo que predomina en es Canar. Linda Painting asegura que en su negocio, un local de alquiler de vehículos, los que antes reservaban un automóvil durante toda una semana, actualmente lo hacen para dos días. Para Painting, es esta situación la que está provocando una mayor rivalidad entre los comerciantes de la zona, con el único fin de hacerse con el escaso dinero que los turistas gastan en los comercios y resturantes tras su paso por este lugar de Santa Eulària.