El Consell ya no se plantea erradicar la plaga del tomate (Tutta absoluta) porque pese a que el año pasado se intentó con productos fitosanitarios fue imposible. Ahora, según explica el ingeniero agrónomo del Consell Paco Castellá, «hay que convivir con ella». Por eso desde la máxima institución insular realizan el seguimiento de 45 plantaciones profesionales en las que no se aprecian daños en el producto final, en el tomate. «Se está controlando la plaga», aseguró este especialista, que indicó que hacen reuniones semanales para seguir la evolución de esta plantaciones, en las que hay «igual o más producción que antes» si se aplican bien los productos fitosanitarios.

Castellá asegura que la Tutta absoluta, que no existía hasta el año pasado en Eivissa, es como otras plagas que llegaron a la isla, por ejemplo la mosca de la fruta en los cítricos o la heliotis en el tomate. Simplemente hay que seguir unas recomendaciones para luchar contra ella.

El Consell subvenciona el 100% del producto fitosanitario a los productores de tomates y a los particulares se les reparten trampas para el seguimiento de la oruga. Además, se les recomiendan medidas culturales y el tratamiento que deben seguir. «Les pedimos que mantengan limpios los cultivos y cuando lo terminen que o bien trituren la planta y pasen un producto fitosanitario o bien quemen los restos vegetales», explicó el ingeniero, que indicó que estos consejos también hay que seguirlos para deshacerse de otras plagas como la heliotis, cuya oruga es más grande y deja una perforación mucho más grande en el tomate. De hecho, actualmente se están viendo «más daños por heliotis que por tutta».

Los tratamientos consisten en insecticida mezclado con agua de riego. También, según se vea en las trampas si hay más orugas o adultos, se hacen tratamientos específicos para «bajar la población».

Incluso existen recomendaciones fitosanitarias para producción ecológica.