anta Eulària celebró ayer el Dia Mundial de la Joventut entre deportes playeros y talleres de manualidades. Con el objetivo de informar, ayudar y atender a las necesidades de los más jóvenes, se habilitaron en el pueblo varios talleres creativos para los más pequeños, mientras en la playa la gente se divertía en un torneo de vóley o dando una vuelta en kayak.

Las actividades más aclamadas fueron los cursos exprés de vela y el piragüismo. Un gran número de niños y jóvenes se acercaron hasta el muelle para aprender a utilizar una tabla de windsurf. Unos chicos comentaban estas clases entre ellos: «Lo bueno es que es gratis; te enseñan y luego llevas la tabla tú mismo». Un amigo suyo comentaba: «Yo ya sabía hacer windsurf, pero he venido igualmente porque hoy no se paga».

En la zona de piragüismo, fueron muchas las personas que quisieron dar un rodeo a bordo de una de las decenas de piraguas que había en la playa. Al bajarse, dos chicas comentaban esta actividad: «Está muy bien, pero hay que tener mucha fuerza en los brazos. Es bastante cansado».

Entre todo, una simpática comentarista anunciaba las actividades previstas para el día y animaba a los jóvenes a participar en los torneos deportivos a pie de playa.

En la zona de talleres, variedad para todos los gustos: pintar camisetas, pulseras, trencitas, tatuajes de henna o bisutería. Mientras las niñas hacían cola para ponerse trencitas en el pelo, los padres pintaban camisetas. El taller preferido de los niños, los tatuajes.

A las 12 del mediodía la speaker anunciaba la llegada del payaso Cachirulo, que llegaba con una baúl lleno de objetos coloridos y juegos. Al bajar a la playa, recogió a un grupo de niños para colaborar en los juegos. Se armó un gran paracaídas en la arena y comenzó la diversión. Cachirulo, entre risas y saltos, contaba cuentos y sacaba cintas de su baúl. Los niños reían y se tumbaban en la arena imitando al payaso, que atraía cada vez a más pequeños.

Llegando a la hora de comer, los talleres se llenaban; los tatuajes de henna y las pulseras acaparaban al público más infantil, mientras que en la playa los jóvenes empezaban su torneo de vóley. Un día de verano para compartir con los homenajeados de las fiestas: los jóvenes.

Marina Bonet