Primero fue un decreto de paralización de obras incumplido, después un precinto cautelar, pero las obra siguieron en marcha y, ahora, un precinto forzoso que no dura ni 5 horas.
Las obras sin licencia municipal que se están llevando en Can Marge, una de las casas payesas más antiguas de Sant Rafel, según una fuente del pueblo, traen dolores de cabeza al Ayuntamiento de Sant Antoni que ayer volvió a precintarla, ésta vez mediante su secretario, su aparejador y en compañía de la Policía Local.
Las obras incluyen una segunda planta en esta antigua vivienda, que el propietario decidió cubrir con una lona para que no se vieran los trabajos que se han llevado a cabo sin la debida licencia. Por ello, ayer se volvió a proceder a un precinto forzoso, tras no obtener ninguna respuesta en la finca, según reza el acta de precinto en la que se destaca también la apertura de un expediente de disciplina urbanística al propietario de la casa.
El precinto fue colocado en todos los accesos a la finca, que componen una puerta de entrada para vehículos y otra para personas, aunque, según se pudo constatar en la tarde de ayer, el mismo fue retirado de la reja donde había sido colocado por las fuerzas de seguridad del municipio.
La continuación de las obras, una vez paralizadas, volvió a ser denunciado el miércoles por el grupo de la oposición de Sant Antoni, PSOE-ExC, que acusó al equipo de gobierno «de total dejadez ante las múltiples obras ilegales y los expedientes de disciplina urbanística» y lamentó «que probablemente cuando el ejecutivo actúe será tarde y se deberá proceder a actuaciones más agresivas y costosas».
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