In Rock We Trust' (Creemos en el Rock), esta parece ser la filosofía que ha dado vida a Ibiza Rocks. Este festival que apuesta siempre por talentos emergentes ya se ha hecho un hueco en las noches de los martes en la isla. El plato fuerte de la última edición tuvo como invitados a la banda de Sheffield Reverend and The Makers, liderada por John McClure.
Matt Helders, el Arctic Monkey al que le gusta pinchar a solas, sin su banda, fue el encargado de calentar motores antes de la actuación del 'reverendo' y los suyos. A las 22 horas, 'Reverend and the Makers' tomaron el escenario de la terraza del Hotel Ibiza Rocks en medio de cerca de un millar de personas. La locura se desató cuando interpretaron su himno Heavyweight Champion of the World y los asistentes empezaron a lanzar vasos de cerveza entre el público. La gente que presenciaba el concierto desde las habitaciones se unió a la 'fiesta' y empezó a lanzar a la terraza rollos de papel higiénico desde las alturas. El público en las primeras filas no paró de bailar en ningún momento, saltar y corear las letras compuestas por McClure. Fue este mismo el que en un momento dado cogió la cámara de uno de los reporteros gráficos y empezó a hacerle fotos al público. Laura, la teclista y novia de 'el reverendo' era la que derrochaba más energía sobre el escenario. A pesar de sus tacones infinitos no paró de bailar y mover enérgicamente su cabellera, sobre todo durante la interpretación del tema Machine, uno de los más coreados por el público. Tampoco dudó en tocar la batería eléctrica y unirse a su pareja a la hora de cantar algunos temas.
A pesar de que el sonido no era excelente, esto no parecía importar a los asistentes y el ambiente se fue caldeando a medida que transcurrían los minutos. Esta banda demostró que a pesar de su corta andadura musical, la etiqueta de promesas de la escena indie británica se queda corta, ya que les sobra carisma. Con una puntualidad que hizo honor a su origen, la banda clausuró su actuación a las 23 horas, tras interpretar He said he loved me. Antes de despedirse, John McClure se dirigió al público de Sant Antoni pidiéndoles que sigan viniendo de vacaciones a Eivissa: «Venid y disfrutar porque la isla sigue siendo un paraíso». La fiesta se prolongó hasta la madrugada en el Electric Bar del hotel.
Laura Tur
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