Los pescadores de las cofradías de Eivissa y Formentera desembarcaron el año pasado en sus respectivos puertos algo menos de 400 toneladas de capturas, lo que supuso un valor de venta de algo más de 2,7 millones de euros, según pone de relieve la memoria anual de la Autoritat Portuària de Balears (APB).

La inmensa mayoría de la carga corresponde a peces (342 toneladas), cuyo valor de mercado fue de casi 2,15 millones o, lo que es lo mismo, unos 6,3 euros por kilo. En el caso de los moluscos, se recogieron casi 47.800 kilogramos, lo que reportó unos ingresos de 273.000 euros, 5,7 euros por kilo. Por último, los crustáceos sumaron 11.800 kilogramos de producto que, puesto a la venta, sumó casi 286.000 euros, 24,2 euros por kilo de media.

Construcción

El resumen de actividad de los puertos de las Pitiüses en el pasado ejercicio revela también que el pasado año se gestionaron en la instalación de Vila los movimientos de casi 300,7 toneladas de materiales de construcción, de los cuales 284.000 kilogramos fueron envíos realizados con dirección a empresas de la Isla.

De los materiales que llegaron, 791 toneladas correspondían a asfalto, de las cuales 593 fueron reexpedidas a Formentera. En el caso del cemento, ingresaron en el puerto de Vila 214.911 toneladas, mientras que ladrillos y otros elementos necesarios para las obras aglutinaron 78.948 toneladas.

Las estadísticas oficiales también recogen que los productos alimentarios y relativos a los sectores agrario y ganadero, que supusieron el movimiento de 188.660 toneladas de materiales de los cuáles 4.433 correspondían a cereales y harina, 12.000 a frutas de hortalizas (1.175 fueron embarcadas con destino a la Savina) y 64.347 toneladas eran botellas de vinos, bebidas, alcoholes y derivados.

La memoria de Ports incluye también la cantidad de sal común que salió desde Eivissa y que se situó en 48.854 toneladas.

En conjunto, al puerto de Vila llegaron 1,5 millones de toneladas de productos, tres veces más que las cifras de mercancías que fueron expedidas desde la Isla a otros puntos de España y del extranjero. En el caso de Formentera, se movieron 223.873 toneladas, de las cuales 71.595 fueron embarcadas rumbo a otros destinos.

El recuento de la actividad en los puertos de Vila y la Savina incluye también un registro de todos los buques que operaron dentro de sus aguas. Esta estadística incluye el dato de que 1.580 embarcaciones de recreo atracaron en las dos instalaciones, 1.400 en Eivissa y el resto en Formentera. La memoria oficial de la Autoritat Portuària de Balears (APB) señala también que la flota pesquera con base en los dos puertos citados (a la que, para tener el total pitiuso, habría que añadir la de Sant Antoni) se cifraba el pasado año en 52 buques, de los cuáles 35 correspondían a la pitiusa mayor y el resto a su vecina del sur. Como curiosidad, en el censo de embarcaciones que pasaron por ambos puertos del Estado durante el año 2007 se incluyen seis buques de guerra, tres de ellos de la marina española. Esta cifra supone uno de cada once navíos de guerra que visitaron las islas de Balears durante el pasado ejercicio.

El registro de movimientos en los puertos refleja en el caso de Eivissa que en 2007 pasaron por la instalación de Vila dos millones de pasajeros, repartidos casi a partes iguales entre quienes subían y bajaban del barco. Ese 'casi' se traduce en una diferencia de 15.500 personas más que cogieron un barco desde Vila respecto a las que bajaban la pasarela en buques procedentes de otros lugares.

La ruta más concurrida es, como no, la que conecta entre sí las Pitiüses, con casi 600.000 usuarios en cada sentido. A continuación figura la conexión con Palma, que sumó 314.800 personas, 11.000 más que el circuito con Dénia, el primero por importancia respecto a las uniones con la Península.

Barcelona se sitúa a gran distancia como segundo destino peninsular (104.800 usuarios), seguido de Valencia (con 83.000 pasajeros) y, por último, Alicante, que sumó 15.800 clientes.