B. MUNAR

Cala Llonga será la primera playa de las Pitiüses que dispondrá de un servicio para identificar a personas desparecidas o desorientadas. Se trata de un mecanismo sencillo, pero eficiente que permitirá reducir el «tiempo de espera y de angustia de los padres» una vez que su hijo se haya perdido.

Las familias con niños o personas dependientes que se puedan desorientar y que quieran hacer uso de este servicio deberán acudir al socorrista, a los puestos de primeros auxilios o bien, a las torres de Cruz Roja donde se les dará gratuitamente la pulsera. Esta identificación tendrá el nombre de la persona usuaria y el teléfono del padre o tutor con el que hay que contactar.

Según el director de Cruz Roja en Eivissa, Rafael García, sólo el año pasado los socorristas atendieron 53 incidentes con personas desparecidas momentáneamente. De este total, 43 eran niños, por este motivo García destacó la importancia de concienciar a los progenitores de que deben estar «pendientes y vigilantes de sus niños».

Según Cruz Roja la mayoría de desapariciones se producen en playas donde las posibilidades de desorientarse son mayores. Sin embargo, «no hay que descartar» que estos casos puedan ocurrir en playas más pequeñas, sobre todo, en playas urbanas o con un entorno de vegetación espesa y abundante.

Durante esta semana y la próxima 17 playas más de los municipios de Sant Joan, Santa Eulària y Sant Antoni ofrecerán este servicio. Además de Cala Llonga serán la Playa de Santa Eulària, Cala Martina, Es Canar, Cala Nova, Cala Llenya, Cala Boix, Es Figueral, Cala Sant Vicent, Benirràs, Portinatx, Port de Sant Miquel, Cala Saladeta, Cala Salada, Cala Gració, Caló des Moro, S'arenal y es Pouet.