La Conselleria d'Obres Públiques del Govern balear ha decidido crear una mesa de trabajo para dar una solución definitiva a los drenajes de la autovía al aeropuerto para evitar que se vuelva a repetir la imagen de las carreteras inundadas que se dio a finales del verano pasado.

El modificado con más retraso La solución a los drenajes de la autovía al aeropuerto está provocando muchos quebraderos de cabeza al Govern, donde aseguran que es un proyecto complejo porque implica a muchas administraciones. En principio se suponía que el modificado del proyecto debía aprobarse en marzo, pero ha ido sufriendo diversos retrasos. Todavía no hay fecha para su exposición al público.

Esta mesa de trabajo, cuya organización se ha encargado a la Comissió balear de Medi Ambient, debería reunir a todas las administraciones implicadas: la demarcación de Costas, la dirección general de Biodiversitat -por estar junto al parque natural-, Recursos Hídrics y el Consell d'Eivissa.

«De ahí tendrá que salir una solución, es la única forma para avanzar porque este es un camino largo y difícil y conviene ir paso a paso», explicó el director general d'Obres Públiques, Antoni Armengol, quien remarcó que lo complicado de este tema es precisamente aunar las exigencias de cada una de las administraciones que tienen competencias en el recorrido del drenaje hasta el mar.

La Conselleria ya elaboró hace algún tiempo un estudio de alternativas en el que se contemplan los diferentes recorridos que podrían hacer las canalizaciones que llevan el agua de lluvia de las autovías hasta el mar. Estos borradores se enviaron a cada uno de los organismos competentes, que ya han emitido sus informes. «Lo que no podemos hacer es acumular todos los informes porque algunos son contradictorios», expresó Armengol, que remarcó que las diferentes administraciones tendrán que ponerse de acuerdo y lo harán en esta mesa que quieren crear. «A nosotros nos da igual la solución final, el único objetivo es que el drenaje sea operativo y hay que cumplir con los intereses de todos», añadió.

Desde el Govern son conscientes de que la situación actual es provisional y por eso están «vigilantes» por si se produjera un episodio de lluvias torrenciales. «Sabemos la capacidad de recogida de agua que tenemos ahora mismo; si lloviese mucho estaríamos atentos, aunque en principio no hay peligro y está todo muy controlado», señaló el director general, que especificó que las canalizaciones actuales van a parar en mitad de un campo y a una balsa. «El drenaje OD3, que es el más cercano a Eivissa, acaba en una zona rústica muy extensa y en caso de lluvia el terreno absorbería el agua; el OD2 va a parar a una balsa calibrada con capacidad, por lo que si lloviera mucho tendríamos capacidad de reaccionar», remarcó Armengol, que indicó, no obstante, que esta situación no puede ser la definitiva y por eso se está haciendo otro modificado del proyecto para llevar las canalizaciones hasta el mar.