Pocos recién llegados.

En el primer fin de semana de agosto se preveía un esperado aluvión de turistas en las Pitiüses. Hasta Aena había informado de que llegarían a Eivissa en estos tres primeros días del mes alrededor de 1.400 vuelos. Aunque los fines de semana siempre hay más viajeros que llegan, la diferencia entre ayer y otro sábado del mes de julio era casi imperceptible. La zona de llegadas del aeropuerto de Eivissa sólo veía algo de ajetreo cuando llegaba un vuelo internacional y los pasajeros se detenían para ver que autobús venía a recogerlos. A pesar de que coincidían con vuelos nacionales, en apenas tres minutos esta zona del aeropuerto volvía a quedar vacía. Donde se veía más bullicio era en los mostradores de las empresas que alquilan coches, en ellos se podía apreciar alguna cola.

La mayoría de las compañías aéreas coincidían en afirmar que había algún vuelo más, pero que la diferencia con el sábado pasado era mínima.

Durante la mañana de ayer en el aeropuerto se respiraba una clama inusual para tratarse del mes más turístico del año. En la parada de taxi, apenas debían esperar los recién llegados y una larga cola de coches aguardaban su turno. Por la tarde se registró una mayor actividad pero fue resuelta con fluidez y sin incidencias. Natalia Salazar

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