La CAEB estima que las Pitiüses crecieron un 0,2 por ciento hasta junio

El presidente de CAEB, Josep Oliver, vaticinó ayer que Balears cerrará el ejercicio con un crecimiento del PIB del 1%, si bien señaló que esta cifrá podría aumentar «unas décimas» por los efectos de la temporada turística, lo que supone un crecimiento dos puntos inferior al registrado al término de 2007 (3,1%), e idéntico al computado el primer semestre de 2008.

Así lo explicó el presidente de los empresarios de Balears durante la presentación del informe de Coyuntura Económica relativo al primer semestre del año. Dicho informe refleja que las Pitiüses registraron en la primera mitad del año un crecimiento económico de sólo dos décimas, lo que representa un 3,2% menos que en el mismo periodo del año pasado.

Según la CAEB, «la leve mejora del turismo» ha propiciado que el incremento del PIB se mantenga en verde y no pase a los números rojos, tal y como ha ocurrido en el caso de Menorca.

Respecto al crecimiento desigual del turismo en Balears, Oliver explicó que la «situación privilegiada» de Mallorca se debe principalmente a la evolución positiva del mercado alemán, que cuenta con una «economía más dinámica», y que tiene un mayor tráfico de visitantes durante los meses de temporada media y baja.

Por contra, ha subrayado, las islas de Menorca, Eivissa y Formentera tienen una «mayor dependencia de la temporada alta», lo que explica que vivan una peor situación.

Por otro lado, El conseller d'Economía, Carles Manera, manifestó que los datos de la CAEB «coinciden» con los que tiene la Direcció General de Economía aunque sostuvo que «es muy previsible» que el ejercicio se cierre con un «crecimiento anual del 2%». Hay varios detalles que apuntan hacia una situación complicada en el conjunto de las Islas. Por ejemplo, que en los tres primeros meses del año los créditos bancarios aumentaron hasta un 15,5%. Por el contrario, la matriculación de coches descendió hasta el 28,4%, con un total de 31.000 matriculaciones registradas en este periodo, frente a las 43.000 que se realizaron en el mismo periodo del ejercicio anterior.

La presidenta del PP, Rosa Estarás, registró ayer en el Parlament su plan anti-crisis, que también ha sido enviado al presidente del Govern, Francesc Antich, quien, según criticó, «está tardando más que el resto» en reunirse con el único partido de la oposición, después de que los 'populares' mantuviesen la semana pasada un encuentro con el PSM y vayan a celebrar una reunión con UM. Entre las medidas contempladas en este plan del PP, que será defendido en el Pleno monográfico de la Cámara autonómica en el que se abordará la actual situación económica, Estarás destacó su propuesta de incrementar el presupuesto destinado a la promoción turística en 30 millones de euros y reducir en un 20 por ciento los altos cargos de las Consellerias y personal de confianza contratado, lo que supondría un ahorro cercano a los 5 millones de euros. Asimismo, la máxima dirigente del PP propone congelar las plantillas del Govern, excepto en los sectores de educación, sanidad y asuntos sociales y eliminar las campañas de publicidad y propaganda que «no sean de interés para los contribuyentes».

El presidente del Govern, Francesc Antich, anunciará hoy, durante el pleno extraordinario que celebrará el Parlament sobre la situación económica de Balears, medidas concretas dirigidas al sector de la construcción y al inmobiliario así como a dinamizar el mercado laboral «para paliar los efectos del incremento del paro a partir de septiembre u octubre». En esta intervención planteará la perspectiva que tiene el Govern sobre la necesidad de cambiar el modelo económico de Balears «para que no dependa de sectores muy intensivos en consumo territorial y se centre en actividades económicas de mayor valor añadido, como la mejor formación del capital humano». Según el conseller Manera, se trata de una serie de medidas concretas de carácter coyuntural destinadas a paliar la «difícil situación económica» que padecen las islas en estos momentos, en las que también se parte de la premisa de que «los márgenes de maniobra de los gobiernos son limitados en estos momentos». Así, mientras que en otras ocasiones había posibilidades de «jugar con el tipo de cambio», actualmente ya no existen debido a la entrada del euro.