El director general de Spanair, Markus Hedblom, aseguró ayer que «de momento» la aerolínea mantendrá su base y oficina principal en Palma, pese a que el plan de viabilidad que llevará a cabo la compañía vaya a dejar en tierra 15 aviones y suponga el despido de 1.100 trabajadores.
Antich expresa su preocupación
Tras el encuentro, el conseller de Mobilitat, Gabriel Vicens, explicó que Francesc Antich ha expresado su «preocupación» al director general de la compañía aérea Spanair por la situación de los trabajadores de la empresa y por el mantenimiento de las frecuencias y la conectividad entre las islas y entre éstas y los aeropuertos de la península. No obstante, destacó que los quince aviones que pretende reducir Spanair «no afectarán» al archipiélago, sino a otras rutas «más largas» entre la península y otros países. Asimismo, resaltó que Aebal es una compañía con una capacidad «muy adecuada y flexible», debido a que tiene aviones «modernos» y, por ello, consideró que puede tener un «futuro» en el sector aéreo.
Por su parte, el presidente de Aerolíneas de Balears (Aebal), Lars Lindgren, aseguró que tras la decisión de Spanair de prescindir de sus servicios, está estudiando la posibilidad de operar vuelos regulares interislas como una compañía independiente, al estimar que sus aviones, con capacidad para 120 pasajeros, tienen el tamaño «adecuado» para realizar este servicio.
Tras la reunión mantenida ayer tarde con el presidente del Govern, Francesc Antich, Lindgren remarcó que Aebal no tiene previsto reducir su flota de cinco aviones reactores Boing 717 de «nueva generación y moderna tecnología», que realizan entre 10 y 12 vuelos diarios cada uno para la compañía Spanair, tanto domésticos, como internacionales.
El futuro
Así, el director general de Aebal, José Jaume, recordó que como consecuencia de la «crisis y el cambio de ciclo económico por el incremento del precio del combustible», Spanair va a «prescindir» en los próximos meses de todos sus servicios externalizados, incluido Aebal, empresa perteneciente a SAS, a la que contrató en 2001.
Por este motivo, subrayó que Aebal «tiene que encontrar su propio camino» y buscar soluciones «alternativas» que garanticen su continuidad, entre las que no descartó «atender las demandas de transporte aéreo de las islas, tanto desde el punto de vista residencial, como turístico», aunque «sólo se trata de una especulación».
No obstante, remarcó que Aebal continúa trabajando con Spanair y añadió que aún «no hay fecha concreta» para poner en marcha un Plan de Empresa que asegure su viabilidad, una vez que la citada aerolínea prescinda de sus servicios ante los «momentos críticos que estamos viviendo y que afecta a toda la industria del transporte aéreo». «No vamos a permitir que Aebal desaparezca, sino que vamos a intentar continuar proporcionando soluciones al transporte aéreo y la demanda de las islas», sostuvo.
Jaume negó que el Govern le haya propuesto ayudas económicas para poder continuar operando en Baleares, si bien aseveró que el objetivo de Aebal es mantener siempre un «diálogo permanente» con el Ejecutivo autonómico para tener una «fluidez comunicativa» de cara a servir «mejor» a las islas.
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