Adentrase en el atelier de una diseñadora de alta costura es, sin duda, una aventura excitante. Perchas, telas, miles de alfileres y patrones llenan la mesa de trabajo del taller de Marinela Cifteli, creadora y diseñadora de Kurru Kurru. Esta firma de moda femenina ha sido creada por esta joven de 29 años, quien ha instalado la única tienda de que dispone la marca y su estudio en Eivissa. El porqué de esta decisión no obedece a una estrategia empresarial sino más bien a una decisión personal. Marinela lleva viviendo aquí un año y medio, tiempo que ha empleado en levantar todo el planeta Kurru Kurru. «Eivissa es un lugar donde se puede encontrar gente muy especial, por eso vivo aquí. Además, quiero rodearme de artistas por mi trabajo y aquí lo he conseguido», explicó en relación a su decisión de instalar su firma en la isla.

Ella trabaja codo con codo con otro diseñador, Ricardo Coelho, juntos debaten, intercambian ideas y realizan los modelos que luego son enviados a Alemania donde la patronista que trabaja para ellos realiza las adaptaciones en función de las tallas y las formas. Sus trabajos son exclusivos, tanto en los tejidos que emplea como en la forma de llevarlos a cabo. «Mis vestidos y creaciones se hacen en Alemania, no me interesa llevarlos a Tailandia o China, necesito una calidad extraordinaria y allí la consigo. Son telas muy especiales con unos acabados que se centran en el detalle. Se cuida hasta el interior de la prenda», afirmó acerca de porqué ha decidido llevar su trabajo final a Europa. Además de por la calidad también lo hace por que considera que debe «invertir en Europa. Aquí también necesitamos crear puesto de trabajo», afirmó.

Marinela y Ricardo Coelho desarrollan todo el proceso creativo para poder crear los prototipos que más tarde llegarán a la tienda. Es un trabajo sin horarios rígidos pero que tiene una dedicación enorme. «La inspiración para crear un diseño me viene a cualquier hora, a lo mejor son las cinco de la mañana y estoy dibujando o trabajando sobre una idea», explicó la diseñadora sobre cómo crea sus diseños. Ella realiza los bocetos, dialoga con Ricardo, un diseñador con una gran experiencia, y estudian que tejido es el apropiado. Trabajan sobre todo con seda y piel, que se pueden encontrar combinados en vestidos o corsés. El universo Kurru Kurru es casi inagotable, y depende de la imaginación de su creadora. «Mis creaciones son muy elegantes, que se ciñen perfectamente al cuerpo femenino pero sin dejar de ser prendas muy cómodas. Son como si llevaras una segunda piel porque se adaptan a las curvas femeninas. Además utilizamos sedas y piel de alta calidad que son dos tejidos muy suaves», explicó. Le encantan los corsés, las faldas o los vestidos pero sus creaciones estrellas son las capas de su colección de alta costura, inspirados en la naturaleza floral.

Cuando ella y su equipo terminan la creación del prototipo y éste ya ha sido confeccionado en Alemania, sus exclusivos diseños, ya que solo se pueden comprar aquí o a través de su página web, llegan a Eivissa para ser colgados en los 'ganchos' que a modo de perchas inundan su tienda.

En cuanto al nombre de la firma que ha creado, Kurru Kurru, ella sostiene «es un nombre que nunca se olvida, pero que si supieras de donde viene te sorprendería». Éste obedece a una expresión que utilizaba Marinela cuando era niña para referirse a una cobaya que tenía como mascota. Cundo se hizo mayor llamaba Kurru Kurru a sus seres más queridos. «Es una expresión de cariño que utilizo para mis seres más cercanos», explicó. Razón no le falta a la diseñadora ya que ha conseguido crear una marca con una palabra infantil que, seguro muchos, no olvidarán. Marinela Cifteli ha presentado sus colecciones en desfiles en varios locales de Eivissa.