B. MUNAR

La Asociación Española Contra el Cáncer en Eivissa ha duplicado en el último año los pacientes de su Servicio de Atención psicológica. Según la psicóloga del centro, Paloma Martínez, desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2008, la entidad ha atendido un total de 51 pacientes con un cómputo de 214 consultas en el Servicio de Atención psicológica.

Asimismo, durante el mes de febrero de 2007 se realizaron 19 consultas y en el mismo mes de 2008 se llegaron a las 52. «Esta situación ha llegado a ser alarmante en la AECC ya que nuestro servicio es muy limitado, tan sólo hay una psicóloga durante veinte horas semanales y además de realizar terapia psicológica también actúa como coordinadora de campañas por lo que en muchos momentos de este año el servicio se ha sobresaturado», asegura.

Las causas del aumento se desconocen, pero pueden ser «muy diversas», como que este servicio sea más conocido porque ya lleva ocho años funcionando o bien que haya aumentado el número de diagnósticos. Sin embargo, «no conocemos a ciencia cierta la causa de este incremento», afirma Martínez.

Entre el 20 y el 35% de los pacientes con cáncer presentan problemas psicológicos tras el diagnóstico, mientras que el 40% de los pacientes que reciben quimioterapia presentan síntomas depresivos y ansiosos, de ahí la importancia de la intervención de un profesional. Martínez explica que «la percepción actual sobre el cáncer sigue siendo muy negativa, por lo que el diagnóstico supone atentar contra el principal instinto del hombre: el de la supervivencia». Cuando se diagnostica a un paciente esta enfermedad, se rompen muchos esquemas que la persona tiene a nivel cognitivo, lo que al mismo tiempo, le afecta a su estado emocional. En este momento entra el papel del psicólogo para que pueda orientar y dar técnicas para afrontar el proceso oncológico desde el principio.

La duración de los tratamientos es variable, todo depende del paciente, la patología desarrollada, el diagnóstico que se le realice y si hay recidiva o no del tumor. La asistencia psicológica suele durar hasta el alta parcial de su proceso oncológico, es decir, cuando el paciente ya puede reincorporarse a su vida, o bien en los casos extremos cuando empeoran y su estado físico le impide acudir a la consulta.

En cuanto al tipo de intervención, en los tratamientos se realizan 1 ó 2 sesiones de valoración inicial donde se realizan pruebas psicológicas. Tras esta fase se determina si hay diagnóstico psicológico y en algunos casos se redacta un informe diagnóstico para que su médico de referencia (oncólogo, médico de atención primaria o especialista) valore la posibilidad de tomar medicación. Seguidamente, la psicóloga crea un programa de intervención que puede ir variando teniendo en cuenta la evolución de su patología oncológica.