as puertas del Camp Nou se abrieron alrededor de las 18,30h de la tarde. A esa hora la cola de fans que esperaban ansiosos para conseguir un buen lugar cerca del escenario ya era impactante. Alrededor de veinte minutos antes de que diera comienzo el concierto los alrededores del estadio blaugrana eran un hervidero de gente por donde costaba transitar con normalidad. A las 22,15h, se desató la locura.
La razón era recibir de nuevo a uno de los artistas que arrastra a más seguidores en nuestro país, el mítico intérprete de Born in the USA, Bruce Springsteen. Más de 80.000 personas abarrotaron el Camp Nou en un concierto vibrante en el que no faltaron los éxitos de su último álbum 'Magic' y sus temas de siempre. Las pancartas se agitaban en todo el estadio momentos antes de que se iniciara el concierto y los gritos de 'Bruce, Bruce, Bruce' no cesaban. Los fans más incondicionales vestían camisetas de las giras pretéritas del cantante. Los demás observaban con caras expectantes como poco a poco el recinto se iba llenando. El ambiente que podía respirarse en el Camp Nou segundos antes de que diera comienzo el espectáculo anticipaba una noche gloriosa. Y así fue finalmente.
Gente de toda España y de todo el mundo se dio cita en la ciudad condal para presenciar el primero de los dos conciertos que 'The Boss' ofreció durante el fin de semana. Y como suele ocurrir en un evento de estas dimensiones, los seguidores ibicencos no quisieron perderse esta cita y acudieron por decenas. La ciudad condal ha demostrado ser una de las citas más esperadas en cualquier gira que organiza el artista de New Jersey y esto lo sabían muy bien los seguidores pitiusos que se desplazaron hasta allí.
Para algunos de ellos, ésta no era la primera vez que acudían a un concierto de este comprometido artista y minutos antes de que diera comienzo el espectáculo se mostraban ansiosos y un tanto cansados tras un día de compras por el centro de la ciudad.
Pero más cansados estaban tras las tres horas de concierto en las que el público no paró de animar y corear cada una de las canciones. En el tramo inicial del concierto sólo hicieron falta un par de acordes de No Surrender para que el estadio amenazara con venirse abajo. Y ya en su segundo tema, interpretó el primer sencillo de su último álbum Magic, Radio Nowhere. En este disco ha vuelto a grabar con la E Street Band, la banda que le lanzó al estrellato en los setenta. Sin embargo, los temas clásicos tuvieron un mayor peso durante toda la noche.
Bruce se acercó a las primeras filas en muchas ocasiones y en uno de estos encuentros aprovechó para sorprender al público una vez más. Se acercó a los que portaban pancartas con títulos de canciones y se las llevó al escenario. Más tarde, esas peticiones se convirtieron en realidad y en el escenario sonaron canciones tan legendarias como Born To Run, The River, Brilliant Disguise, Backstreets, Jungleland o Because the Night Belongs to Lovers. Esto hace que cada concierto de esta gira sea diferente, improvisado y que el repertorio se adapte a la audiencia que lo apoya en cada actuación. Fue una noche en la que Springsteen demostró que su apodo tiene una base real y que en el panorama actual nadie puede darle lecciones de lo que signica el rock. Con su actuación de ayer, el artista clausuró su gira europea. Para todos los asistentes fue una noche inolvidable, sin duda.L.Tur
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