El Consell Insular d'Eivissa ha finalizado ya las reuniones con los agentes sociales para tratar sobre la crisis económica y en estos encuentros ha sondeado a patronales y sindicatos sobre la posibilidad de suscribir este otoño un pacto para tratar de frenar el aumento de costes y limitar así el alza de la inflación, en una particular revisión de los 'Pactos de la Moncloa' «que en los años 80 salvaron la situación económica», apuntó ayer el titular del departamento de Programació Econòmica Corporativa, Tomás Méndez.

«Sabemos que esta es una situación coyuntural pero debemos adaptarnos, por eso hemos hablado de crear una mesa con sindicatos y patronales porque lo que salvó aquella situación fueron estos pactos», añadió el conseller. «Tenemos que hacer un pacto social porque el que los costes básicos se enmarquen dentro de una espiral ascendente no beneficia a nadie», defendió Méndez.

La dinámica inflacionista la definició el conseller como el proceso «por el que se empiezan encareciendo los precios, entonces para no perder poder adquisitivo se pretende que los salarios crezcan lo mismo o más que el IPC y eso dispara los costes llevando a muchas empresas a perder competitividad y tener que cerrar o recortar plantillas».

Medidas de colchón

Méndez reconoció que aplicar este pacto, que en la práctica debería implicar que los sindicatos firmaran revisiones salariales por debajo del IPC, «supone que acaben pagando los más débiles». «Somos conscientes de este problema y, por eso, el papel del Consell es el tratar de paliar los efectos de esta medida económica, fundamentalmente con medidas sociales, pero también promoviendo la actividad para generar actividad y empleo», consideró.

Respecto a la base que ha desatado la actual crisis, destacó que este tipo de procesos se pueden originar por cualquier «shock» del mercado y que, en esta ocasión, el elemento más destacado es la restricción de la circulación de fondos dentro del sistema.

«Hay una circunstancia que es la falta de liquidez y que marca el problema actual. Se puede dar el caso de que existan empresas solventes, es decir, que tengan un activo mayor que su endeudamiento pero que se encuentren en la situación de no tener suficiente dinero como para poder pagar las nóminas de sus trabajadores», explicó.

El conseller apuntó que en su departamento ya se está procediendo a la realización del documento que tratará de diagnosticar la situación económica de la isla respecto a la crisis, al igual que el plan que recogerá las medidas para tratar de ayudar a corregir la situación.

Méndez prevé que ambas propuestas estén listas en septiembre y que se presenten en una «mesa económica» que implique a todos los agentes sociales. Al mismo tiempo, añadió, se definirá cómo se modificará el presupuesto insular para sufragar las medidas de impulso económico.