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a zona marítima de Sant Antoni es una de las más visitadas por los turistas, tanto alojados allí como en el centro de Eivissa. Su gran ambiente tanto de día como de noche, sus terrazas de verano y su puerto lo hacen un lugar de lo más alegre y cosmopolita.

Existen una serie de lugares imprescindibles para visitar si nos desplazamos a Sant Antoni. El primero de ellos, el paseo marítimo, que basa su atracción en las filas de palmerales y la colección de yates y veleros amarrados.

Caminando por el paseo podemos descansar en alguno de los conocidos cafés con vistas al mar: un cóctel, un aperitivo o un refresco son algunas de las mejores opciones veraniegas.

A la hora de comer, tenemos una gran variedad de restaurantes para escoger. Podemos quedarnos en la bahía o bien alejarnos un poco por las concurridas calles turísticas, donde encontraremos la gastronomía más original de la cocina italiana, china, tailandesa, francesa y, como no, española.

Después de comer nos podemos relajar unas horas en la Platja Nova, a cinco minutos caminando desde el paseo marítimo. Esta playa ofrece una gran posibilidad de deportes acuáticos, como por ejemplo el piragüismo o la canoa.

Al atardecer, tenemos una cita imprescindible con la puesta de sol. Mientras disfrutamos de ella en una terraza de la costa, podremos disfrutar de espectáculos como danzas orientales o exibiciones con fuego.

Y por último, Sant Antoni de noche, un mundo de estilos, personalidades y fiesta.

Si nos adentramos en las calles por encima de la bahía, existen un gran número de bares y pubs con música variada y actual. Entre los pubs más conocidos, Casanova, La Noche o Koppas, donde encontraremos un ambiente de lo más variado: ibicencos, turistas y una música de lo más internacional.

Marina Bonet