El representante de la Federación de Hostelería de las Pitiüses, Roberto Hortensius, aprovechó ayer la reunión que mantuvieron los presidentes de las patronales baleares con el president , Francesc Antich, y el equipo económico del Govern para «manifestarle que, entre la inversión en grandes proyectos de remodelación de zonas aturísticas, es importante que no se limite a las actuaciones en obra pública si no que se incentiven los elementos que supongan una oferta de alto valor añadido».
«De ahí la importancia, que por otro lado las Administraciones le han dado mucha en Mallorca, de los campos de golf. Por eso le he planteado qué problema hay para que, por ejemplo, dentro del proyecto de Platja d'en Bossa o el Plan Renove de Sant Antoni, se incluyan campos de golf u otras ofertas privadas que den valor añadido», añadió el presidente de los hoteleros. A pesar de poder dirigir esta propuesta directamente al President, Hortensius reconoció que «es importante que nos hayan escuchado, pero parece que es más una cuestión que depende de los políticos insulares».
Durante la entrevista, el empresario aprovechó para reiterar a los representantes de la Administración que se adopten medidas en campos como la pésima calidad del agua de consumo en algunas zonas, la importancia de actuar en las depuradoras yla reforma del puerto de Vila.
«Hemos puesto de relieve que, mientras Mallorca y Menorca han ganado cruceristas, en Eivissa los hemos perdido. Es fundamental que impulsar la ordenación del puerto de Vila. Somos conscientes de que no son cosas que se hacen de hoy para mañana, pero mientras, habría que pensar en adoptar medidas concretas para el tráfico regular o con la instalación de servicios básicos como los aseos, la sobra o una parada de taxis en el dique de es Botafoch para dar servicio a los cruceros», afirmó.
El encuentro de ayer, enmarcado dentro de las entrevistas que Antich ha planteado con representantes de los agentes sociales y los principales sectores económicos de las islas, «fue positivo porque ya es importante que los políticos reconozcan públicamente que se atraviesa una situación difícil», si bien desde el Ejecutivo Autonómico no se ofrecieron «fórmulas concretas» para la industria turística.
«Nos han dicho que confían que el sector sea, más que nunca, el motor de la economía balear y nos han dado algunos datos sobre la situación actual, muchos de ellos ya conocidos, que el conseller de Economía Carles Manera ha definido como de incertidumbre económica pero sin recesión», aseguró Hortensius.
Durante el encuentro, los representantes del Govern también transmitieron a los empresarios «que posiblemente el año que viene sea peor que este porque temen que la construcción vaya a peor, abandonando los ligeros incrementos de este año y pasando a crecimiento negativo», explicó el hotelero.
En el encuentro con Antich participaron también los representantes de las federaciones hoteleras de Mallorca y Menorca. Desde estas patronales se apuntó que para este año prevén una caída de la rentabilidad de entre el 5 y el 15 por ciento, a consecuencia del incremento del precio del combustible y de las materias primas, así como de la reducción del gasto turístico. Hortensius prefirió no hablar de cifras concretas hasta no haber realizado un cálculo fidedigno, aunque no descartó que los resultados en Eivissa y Formentera se movieran en la misma horquilla que las otras islas. Respecto a la ocupación, el presidente de los hoteleros pitiusos reiteró que esperan acabar la temporada con un número de clientes igual o ligeramente inferior al año pasado.
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