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uizá los mayores se rían más con sus bromas que los pequeños, aunque les cueste reconocerlo. El payaso Piruleto nació hace 18 años en Valencia y desde hace cuatro, vive y trabaja en Eivissa. En un principio, sus espectáculos tenían lugar en fiestas de cumpleaños, colegios y guarderías. Hace unos meses Piruleto dio el salto a la pequeña pantalla con El taller de Piruleto, que se emite todos los sábados a partir de las 11,00 horas en la TEF. La última emisión de este original y divertido taller tiene lugar mañana y por fin se sorteará el viaje para cuatro personas (dos adultos y dos niños) a Port Aventura para un fin de semana.

-¿Cómo se define el propio Piruleto?

-Es un personaje muy divertido al que le encantan los niños; le gusta hacerles reír, gastarles bromas y hacer magia cómica. También hago reír a todo el mundo, no sólo a los niños.

-¿Consigues hacer reír también a los mayores?

-Los adultos tienen un humor muy infantil, lo que pasa es que a veces les da vergüenza mostrarlo, por ejemplo, cuando canto las canciones de Heidi se las saben como el que más; los mayores suelen ser muy payasos. En las fiestas infantiles siempre procuro sacar a papás, mamás y profesores para ponerles una peluca o pintarles la cara porque los niños se parten de risa al ver a sus padres disfrazados.

Un buen día, Piruleto envió un proyecto a una conocida cadena de televisión local porque se dio cuenta de que en ésta no había ningún tipo de programación infantil.

-¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

-Me gusta hacer todo tipo de cosas, aunque quizá más las fiestas infantiles en colegios y la magia cómica. Lo más divertido que me ha pasado fue en una fiesta infantil que una señora literalmente se meó de la risa. Es muy gratificante hacer una fiesta de cumpleaños para una señora mayor; lo máximo que he hecho es una fiesta para una señora de 80 años.

-¿Hay un antes y un después tras tu incursión en la tele?

-Antes era el payaso que iba a las fiestas infantiles. Ahora, con el programa de por medio, cuando llego a una fiesta los niños me miran fascinados porque no se creen que el payaso de la tele haya podido ir a su fiesta; me miran como si fuera un dios para ellos.

-¿Piruleto también se enfada?

-Generalmente no, pero el problema es cuando en una fiesta infantil mezclas niños de parvulario con los más mayorcitos, que son los que siempre intentan llamar la atención; se suben al escenario, te cojen las cosas. En esos momentos suelo decir 'niño, tú eres un payaso como yo', les pongo una capa, les pinto un poco la cara y les convierto en mis ayudantes, así no boicotean mi espectáculo.

María José Real