Los ayuntamientos de la isla y el Consell constituirán una comisión de seguimiento para tener un mayor control y comunicación con el Govern respecto a la gestión del agua desalada, que actualmente lleva el organismo balear Agència balear de l'Aigua (Abaqua). Este es el compromiso que se alcanzó ayer en una reunión con el director Abaqua, Damià Nicolau, en la que los ayuntamientos también consiguieron que se firme un convenio para contratar el agua de las desalinizadoras de Sant Antoni y de Vila sólo hasta que entre en funcionamiento la nueva planta de Sant Eulària, dentro de tres años, y no por quince años como proponía Abaqua. El problema que veían los ayuntamientos es que el convenio tenía una duración demasiado larga y comprometía a comprar 5,5 millones de toneladas. «Es muy difícil prever lo que puede pasar en tanto tiempo», explicó el teniente de alcalde de Sant Antoni, Joan Pantaleoni, que insistió en que es mejor firmar un convenio ahora y otro cuando ya entre en funcionamiento la de Santa Eulària.

Transferencias

Este conflicto con el convenio fue el detonante para que en el Consell d'Alcaldes se solicitara al Govern poder gestionar el agua desde Eivissa, algo que esta semana mismo rechazó el conseller balear de Medi Ambient. El conseller de Política territorial, Miquel Ramon, confirmó ayer que la competencia de gestión del agua no se traspasará al Consell esta legislatura, a no ser que sea «a finales» de este periodo. «Que lleguen las transferencias de golpe sin tener experiencia puede ser muy difícil de gestionar», advirtió Ramon, que cree que las competencias que gestiona Abaqua son «muy complejas» y de un nivel técnico muy elevado que ahora mismo no tiene Eivissa.

Por eso previamente se propone la creación de un organismo de gestión del agua único que aúne en un consorcio la gestión de las tres desaladoras de la isla (Vila, Sant Antoni y la futura de Santa Eulària). Hay que tener en cuenta que próximamente también se va a hacer la obra de interconexión entre las tres plantas, que ofrecerá agua desalada de calidad a todos los municipios.

Ramon cree que con la comisión de seguimiento creada ahora y la futura figura del consorcio de las desaladoras, tanto los ayuntamientos como el Consell podrán estar informados sobre qué se está haciendo en materia de agua desalada.

El concejal de Sant Antoni Joan Pantaleoni explicó que la gestión del agua sería más efectiva si se llevara desde Eivissa. «Fue una idea consensuada por todos en el Consell d'Alcaldes», rcordó Pantaleoni, que indicó que ayer se despejaron muchas dudas sobre el convenio que se firmará el próximo viernes.

El conseller Miquel Ramon señaló que en la reunión de ayer se vio que sobre todo había falta de comunicación entre algunos consistorios como el de Santa Eulària y el Abaqua. «La desconfianza de algunos ayuntamientos era injustificada», explicó Ramon, que consideró muy positiva la reunión porque «no hubo confrontación».