En la imagen, tres niñas de la escuela de circo hacen equilibrios en las grandes pelotas de goma durante su actuación. Foto: IRENE G. RUIZ

ucha emoción, muchos nervios y sobre todo muchas ganas de impresionar a los ávidos papás y mamás que acudieron ayer a las instalaciones de la escuela de circo de Sant Miquel, Ibicirco, para retratar en imágenes y en vídeo las proezas en malabares, telas y trapecios de sus pequeños.

Durante la tarde de ayer, los alumnos de esta escuela y la escuela de Labritja celebraron una fiesta de final de curso con diferentes actuaciones que entusiasmaron a los familiares y curiosos que acudieron a la tarde circense.

Tras la exhibición de gimnasia rítmica inicial de las alumnas del colegio de Labritja, algunas de las caras más jóvenes de Ibicirco empezaron a moverse en las grandes pelotas de esta peculiar y divertida escuela de Sant Miquel. Durante la tarde también hubo tiempo para las acrobacias en tela y los números en monociclos y trapecios.

Después de más de una hora de actuaciones infantiles, padres, madres, alumnos y profesores disfrutaron de una deliciosa merienda. Poco después, los profesores de Ibicirco rindieron homenaje a sus alumnos con unas preparadas actuaciones que, como no podía ser de otra manera, también fueron retratadas por algunos de los progenitores.

El próximo mes de julio, la escuela Ibicirco desarrollará una serie de talleres de malabares, figuras sobre tela y trapecio, entre otras actividades. Durante el mes de agosto, la escuela permanecerá cerrada y en septiembre se retoma el ritmo habitual de las clases.

María José Real

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