Algunas escolares preparaban collares y bisutería con cuentas de colores en uno de los talleres de la fiesta de Sa Real. Foto: IRENE G. RUIZ

uiero que me pintes como Spiderman», le decía un niño a una de las profesoras. «Yo quiero una mariposa de color rosa», le decía otra niña en el mismo taller. Fue una de las actividades que más público tuvo, de hecho una larga fila de escolares que hacían cola junto a sus padres para que decoraran sus caras con diferentes motivos. Pero no era la única distracción para los pequeños, muy al contrario, mientras unos se pintaban la cara otros hacían ambientadores naturales elaborados con naranjas, clavos y canela y más de uno acercaba su nariz para comprobar su perfume. «Además ahuyenta las hormigas por el clavo», explicó una de las profesoras que dirigían el taller. También algunas niñas se dedicaron a hacer collares, pendientes y pulseras con cuentas de colorines.

Es la primera vez que el centro concertado Sa Real organiza esta fiesta infantil y el objetivo es recaudar fondos para cambiar las instalaciones del parque infantil. «El presupuesto son 22.000 euros, con este dinero cambiaríamos el suelo por un material especial para que los niños no se hagan daño al caer y colocaríamos unos columpios de madera», comentó Mar, una de las maestras organizadoras.

Lo cierto es que en la fiesta todos colaboraban, tanto madres y padres, como personal docente así como algunos monitores del centro, también lo han hecho numerosas tiendas de Vila, ya que había un mercadillo de ropa nueva, flores y plantas a precios más bajos, cds, bolsos y una mesa llena de pasteles, dulces y tartas para poder llenar la barriga a la hora de la merienda. Incluso había una rifa cuyo premio era un jamón, chorizo y salchichón. El show de los loros, la actuación del coro del colegio y la actuación de Cachirulo era el broche final a esta tarde de fiesta.