El empresario Abel Matutes y su hija, la ex consellera de Vies i Obres Stella Matutes, finalmente no declararon ayer como imputados tras ser acusados por Albert Prats de un delito de calumnias e injurias después de que el ex ministro le comparara con un «mico» y de que ambos dijeran que Prats había intentado agredir a la ex consellera durante las fiestas de Sant Jordi.

El motivo de la suspensión de las declaraciones es que ambos van a interponer una querella por un delito de atentado y otros conexos contra Prats. «En su querella él decía que ese intento de agresión a la ex consellera era falso y vamos a demostrar que es cierto y como hay una cuestión prejudicial, la causa se ha suspendido y el juez nos ha dado quince días para presentar la querella», explicó el abogado de los Matutes, Andrés Tuells, quien cree que puede haber un delito de atentado contra la autoridad porque en ese momento Stella Matutes ostentaba el cargo de consellera y «sufrió unos ataques verbales y físicos que, aunque no haya lesiones, son delitos de atentado».

Este delito se habría producido durante todo el tiempo en el que duraron las obras, pero uno de los momentos «álgidos» fue el día de Sant Jordi de 2006. «Tenemos muchas pruebas, tenemos más de 40 ó 50 fotos que son muy expresivas y documentos y artículos porque el tema ha sido noticia en la prensa local y la televisión durante todo el proceso», señaló Tuells, que indicó que lo que ocurrió en Sant Jordi lo conoce «hasta el obispo», que ofició la misa y «pidió calma». El letrado indicó que incluso tuvieron que venir los antidisturbios porque la guardia civil y la policía local no dieron abasto.

Tuells justifica la interposición de este proceso en este preciso momento por una cuestión de «estrategia procesal» y porque sus defendidos están en su derecho y aque el delito prescribe a los tres años. También indicó que previamente no había habido ninguna intención por parte de los Matutes de presentar una querella si «el señor Prats no hubiera sido tan agresivo en la campaña de las obras y después con la presentación de la querella».

Abel Matutes explicó que no llamó «mico» a Albert Prats. «Utilicé el sustantivo 'energúmeno', que viene del verbo energo, energía, y dícese de aquellas personas que utilizan mucha energía en sus manifestaciones o que son muy exaltados; no es un calificativo, es un sustantivo y comparé sus actuaciones saltando de árbol en árbol con las de un mico porque dije que saltaba como un mico». Matutes considera que quien fue «insultado gravemente en múltiples ocasiones» por Prats fue él mismo. «Si no he puesto una querella antes es porque respeto el trabajo de jueces y fiscales y creo que están para cosas más importantes que para simples descalificaciones entre políticos aunque en algún caso efectivamente incurran en la figura del delito por injurias y calumnias», expresó el ex ministro.

El conseller de Mobilitat, Albert Prats, indicó que no quiere politizar el caso porque es previo a su cargo y es un tema «personal». «Lo mío es un tema personal a diferencia de ellos que quieren poner la querella desde la posición de cargo institucional que ostentó la ex consellera», explicó Prats, que indicó que algunas personas «sí quieren» politizar este asunto. Indicó que se pronunciará en el momento en el que haya una sentencia.

Tierras

Abel Matutes respondió al conseller d'Obres Públiques, que anteayer se preguntó si las autovías se hicieron en trinchera para conseguir tierra para el golf. «Creo que no se sabe bien la leccion, así como el señor Prats sabe de carreteras lo mismo que de taxis, es decir poco, yo creo que esto está pasando también con su superior», indicó Matutes, que informó de que el proyecto lo ejecutó la empresa a la que el conseller le ha encomendado la auditoría. «Ellos le pueden informar de por qué razones decidieron que había que hacer trincheras porque yo no los conozco», criticó Matutes que cree que todo ello forma parte de los «fuegos artificiales que buscan desdibujar la verdad». El empresario tampoco teme una posible denuncia del Consell sobre las tierras porque sólo lo ha anunciado un conseller que «no sé si tiene la confianza» y que tiene la «piel muy fina y se querella por cualquier cosa».

El empresario acusó ayer a Prats de colaborar con el grupo independentista Maulets. «Publicó una carta dentro de este grupo independentista, revolucionario y hasta prototerrorista en la medida en la que justifican la violencia donde se manifestaba partidario de la violencia contra las fuerzas del orden», expresó Matutes, que indicó que le alegra que Prats empiece a confiar en las instituciones ahora que es conseller y «cobra un buen sueldo». «Allí decía que la justicia es un sistema esclavizante contra el que hay que rebelarse y presumía de tácticas violentas contra las fuerzas del orden», añadió Matutes, que piensa que Prats se cree que los jueces «están a sus órdenes» pero «están para cosas más importantes que para dar satisfacción personal o politica al señor Prats y sus compinches».

Abel Matutes cree que las elecciones de hace un año se resolvieron porque la izquierda logró que un «auténtico y grave escándalo» como Eivissa Centre se presentara como un montaje mediático que prosperó. «En cambio lo que era un puro montaje mediático que era la supuesta participación de Empresas Matutes como socio en las carreteras se logró configurar con la ayuda de algunos medios poco respetuosos con la verdad», añadió el empresario, que cree que ahora empieza a emerger «en toda su gravedad» el escándalo Eivissa Centre. «La estrategia de algunos es poner querellas a troche y moche con cualquier ratón buscando incluso la colaboración de algun fiscal a los efectos de embarullar el juego y a ver si entre tanta polvareda se nos pierde don Beltrán y don Beltrán aquí es el caso Eivissa Centre», añadió Matutes, que cree que todo no son más que «fuegos artificiales».