La inestabilidad meteorológica ha sido una constante este mes. En la imagen, terraza en Vara de Rey.

En los próximos días se podrán cuadrar las cuentas y, con números en la mano, se podrá realizar un balance objetivo de cómo ha transcurrido el mes de mayo. Hasta entonces, las impresiones subjetivas del empresariado pitiüso de diferentes sectores coinciden unánimemente en señalar que este inicio de temporada ha sido malo. Incluso algunos empresarios consideran que puede ser «uno de los peores de los últimos años». Los motivos de esta baja ocupación son múltiples y van desde «a floja demanda por la situación económica de los mercados emisores hasta la climatología.

La espina dorsal de la industria turística de las Islas, el sector hotelero, apunta en su conjunto a una bajada de la ocupación. «Que ha sido un mes malo, eso es seguro, después del verano ya podremos comparar y ver si ha ido peor de lo que debía haber funcionado», explica el presidente de la patronal, Roberto Hortensius.

A pesar de las sensaciones negativas que, en conjunto, ha dejado mayo, el empresario matiza: «Según los negocios hay impresiones de todo tipo y, aunque predomina la sensación de que la cosa no ha ido todo lo bien que se esperaba, las valoraciones varían por zonas».

Así, la presentación del nuevo Seat Ibiza ha supuesto que la zona de Santa Eulària, en general, y los hoteles contratados por la empresa en particular hayan registrado niveles inusualmente altos de ocupación. Por contra, los problemas generados por las obras en Cala de Bou han afectado muy negativamente a los establecimientos de la zona.

Extras para salvar el mes

Desde la asociación de Bares y Restaurantes enclavada dentro de la Pimeef, su presidente Pedro Ortíz, realiza un análisis de la situación casi calcado al de Hortensius. «No contamos todavía con la realidad que reflejan las cifras pero sí que es verdad que este ha sido un mayo más flojo, aunque quizás podía haber sido peor puesto que ciertos eventos han ayudado a mantener el nivel».

Ortiz puntualiza que la situación no es exclusiva de Eivissa y Formentera y considera que la situación económica es el elemento que más peso ha tenido en la contracción de la demanda. «El nuestro y el de la automoción son dos sectores que acusan muy rápidamente las crisis y lo cierto es que la gente está un poco retraída respecto al gasto, algo que he podido comprobar personalmente en zonas como Madrid, Barcelona o Sevilla».

Desde el sector del pequeño comercio el análisis es más crítico. Aquí, los eventos puntuales no se han dejado notar y sí que se ha apreciado «que existe una crisis real, palpable, y el cliente que nos viene de fuera no consume», apunta el vicepresidente de la patronal, Alfonso Rojo.

Rojo señala a la climatología como el elemento fundamental que ha condicionado el resultado del mes, si bien también reconoce que el visitante de mayo, «suele ser el que aprovecha alguna oferta y que no tiene una gran capacidad de consumo».

«Quizás este mayo haya sido uno de los peores de la historia. Puede que los datos de éste fin de semana permitan cerrarlo con un nivel similar al año pasado, pero sería gracias a tres días, nada más», asegura Elías Escandell, representante del sector de alquiler de coches en las Islas.

«Después del Primero de Mayo hubo un fin de semana con algo de movimiento pero después hemos pasado dos semanas de auténtico invierno. Hoy [por ayer] el aeropuerto es un hervidero de gente, están llegando muchos clientes por la apertura de las discotecas y eso contabiliza también en la cuenta de mayo y es lo que puede acabar equilibrando el balance», concluye.

Todos los sectores coinciden en que mayo no es un mes representativo que sirva de indicador de cómo puede funcionar la temporada. Pero los malos resultados de este mes sirven para confirmar «la cada vez mayor dependencia de los dos meses de temporada alta, resume Alfonso Rojo.

«Es un fenómeno que se repite los últimos años. Por ejemplo, en 2007 mayor fue flojo pero hubo un pequeño incremento en temporada alt, con lo que el resultado final se niveló», explica Hortensius.

«El peligro es que si se mantiene la baja demanda entran en juego las rebajas y se puede dar el caso de que se iguale la ocupación pero caiga la rentabilidad, algo que sí es preocupante», continúa.

Desde los rent a car destacan el peso cada vez más importante de las reservas de última hora, «que pueden dar una sorpresa y cambiar el signo de la temporada». Por su parte, Ortíz confía en que «la gente, a pesar de la situación, mantenga la ilusión por las vacaciones y no renuncie a ellas».