e percibía en el colegio de Santa Gertrudis que ayer era una día de fiesta. Más de doscientos pequeños, de entre 3 y 12 años, profesores y padres voluntarios disfrutaban de la 10ª Diada Esportiva, que debido al mal tiempo se tubo que suspender la semana pasada. Con actividades deportivas de lo más variado y específicas para alumnos de infantil y primaria, todos los chiquillos demostraron tener un gran compañerismo. Los más mayores jugaban en la tirolina, que habían dispuesto los bomberos de Eivissa, mientras uno de los niños llegaba haciendo equilibrios hasta el siguiente árbol, todos sus compañeros le animaban desde abajo para que no tuviera vértigo.

Mientras, otro grupo de escolares jugaban en el circuito o pista americana, un recorrido donde tuvieron que demostrar sus habilidades y destreza para saltar y esquivar obstáculos. Además de estas actividades también hicieron natación, yoga y bádminton, entre otras.

Para los alumnos más pequeños estaba dedicado el castillo hinchable, la pista para hacer rodar las bicicletas y también en la fuente del pueblo con diferentes redes debían pescar globos y otros juguetes que nadaban en el fondo.

Los docentes destacaron que los alumnos disfrutan mucho de este tipo de actividades, «es un día especial, les gusta muchos, además entre varias clases han hecho los dibujos que ilustran las camisetas», explicó una maestra. Destacaron también los valores que con este tipo de iniciativas se fomentan, además de activar relaciones entre niños de diferentes clases y también lo saludable que es el deporte no competitivo.

Natalia Salazar

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