El pleno del Ayuntamiento de Santa Eulària aprobó ayer la ordenanza municipal que regula la estética exterior de los establecimientos comerciales, el uso de terrazas y zonas con actividad empresarial visible desde la vía pública. El objetivo que persigue el equipo de gobierno es el de «mejorar el entorno urbano unificando los criterios de calidad y estética promoviendo el uso racional del espacio público», según explicaron ayer desde el Ayuntamiento. Al mismo tiempo tiene como objetivo lograr una uniformidad y armonía con el resto del entorno urbano y por este motivo se determinan las condiciones que se han de seguir para inatalar toldos, mesas, sillas o marquesinas en el entorno urbano. La voluntad del equipo de gobierno es «garantizar la calidad y estética de los materiales empleados e las terrazas y espacios públicos siemore contando con el apoyo de los empleados públicos».

En la ordenanza también se determinan las sanciones que se aplicarán por el incumplimiento de la normativa, con multas que oscilan entre los 120 euros las faltas más leves y 30.000 la cantidad máxima dependiendo de la gravedad y de la reincidencia en la infracción.

Por otra parte, también se informó sobre las concesiones concedidas por Costas para las 21 playas del municipio, en total 3.744 hamacas y 1.719 sombrillas.

También se aprobó el plan de actuación para la mejora de la Policía Local con el que se pretende aumentar la plantilla, crear la figura de policía de proximidad y crear ua unidad de atención al ciudadano, entre otros aspectos.

Por otra parte, la comisión de gobierno ha adjudicado las obras para la construcción de siete pasos elevados para peatones. Los trabajos, que tienen un presupuesto de 58.000 euros, se han adjudicado a la empresa Construcciones Collado. El proyecto incluye tres pasos elevados en la avenida de es Cap Matinet, tres en la circunvalación de Santa Gertrudis (en la zona de sa Nova Gertrudis) y uno en la calle Sant Jaume de Santa Eulària (a la entrada del pueblo). El objetivo de estos pasos elevados es, por un lado, garantizar el paso de personas con movilidad reducida (sillas de rueda, carritos de bebés...) y por otro, limitar la velocidad en estas vías, mejorando la seguridad de las mismas.