Los supermercados y comercios de alimentación pitiusos retiraron ayer de sus estanterías todo el aceite de girasol, después de que la Comisión Europea anunciara que se descubrieron en España, Italia, Francia, Holanda y Reino Unido, nueve contenedores procedentes de Ucrania que contenían aceite de girasol contaminado.
Lo que en principio fue una alerta al consumo a nivel nacional por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) terminó en una retirada masiva de este producto, que desde ayer puebla las trastiendas de los mercados de la isla, aunque, por ahora, se trate de una retirada temporal hasta que se cuente con más información.
Los primeros análisis efectuados mostraron la presencia en el producto de hidrocarburos, pero en niveles que, en principio, no presentan un riesgo para la salud humana. Sin embargo la Comisión Europea solicitó información a las autoridades ucranianas y su respuesta está prevista mañana.
Se trata de datos que son necesarios para facilitar los controles en los Estados miembros, que podrían a su vez tomar medidas nacionales.
La agencia alimentaria señaló que esta disposición se aplicará hasta que se conozcan las marcas concernidas por esta adulteración. Por su parte, el ministro de Sanidad, Bernat Soria, subrayó que la concentración de hidrocarburos «tan baja que no presenta un riesgo de toxicidad aguda».
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