Las pruebas cutáneas es uno de los pasos a seguir para diagnosticar de manera eficaz los diferentes tipos de alergia. Fotos: IRENE G. RUIZ

or la situación geográfica y el clima la alergia más común es a los ácaros (hay que tener en cuenta que en la isla son endémicos, es decir, que están presentes todo el año). En segundo lugar se encuentran las gramíneas. Por detrás de ellas están las alergias a los diferentes tipos de pólenes, sobre todo al de los olivos y, por último, algunas hierbas, como la salsola, que suele crecer en terrenos arenosos, por ejemplo, en Figueretes o ses Salines», explicó el doctor Lluís Conill, uno de los otorrinos que junto con sus tres compañeros asisten a una cantidad ingente de pacientes que acuden a las consultas de Can Misses para solucionar sus problemas de alergia.

Muchas personas que han visto agravadas sus alergias con la llegada del buen tiempo y sobre todo con los ambos de temperatura acudieron ayer a Can Misses para someterse a diferentes pruebas de alergia. «Nosotros, los otorrinos, tratamos la rinitis. Lo que pasa es que muchas rinitis desencadenan en asma», afirmó el doctor. En este sentido, Conill destacó que una de las principales teorías actuales sobre la alergia tratan el problema en su conjunto: «La idea es 'un sistema respiratorio, una enfermedad'. Es muy raro que una persona que tiene rinitis no tenga un problema bronquial y es prácticamente imposible que los asmáticos no tengan problemas nasales».

Según destacó, el protocolo de actuación para una rápida detección de las alergias se centra en el estudio de la historia clínica: «Realizamos una endoscopia y pruebas de laboratorio, con las que vemos el nivel de anticuerpos. Finalmente, las pruebas cutáneas, que nos dan el diagnóstico definitivo». María José Real

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